El Gobierno alemán y la policía dieron por hecho que las 18 personas que constaban como desaparecidas en el incendio de un autobús que chocó contra un camión articulado en el sur del país han muerto en el accidente, en que resultaron heridas otras 30.
Los pasajeros desaparecidos “probablemente han muerto en el autobús en llamas”, informó la policía de Baviera en un comunicado, poco antes de que el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, señalara que, por el momento, se han rescatado once cadáveres.
Según explicó, los equipos de rescate centran ahora sus esfuerzos en recuperar restos de las otras 7 personas que todavía constan como desaparecidas.
En una comparecencia conjunta ante la prensa con el titular del Interior bávaro, Joachim Herrmann, Dobrindt subrayó que la dimensión del incendio fue tal que en el autobús no queda ya ningún elemento inflamable, tan sólo el chasis de acero del vehículo.
Precisamente el inmenso calor que desprendían las llamas hizo imposible que los equipos de salvamento se acercaran al autobús para intentar un rescate, por lo que los bomberos se concentraron en primer lugar en sofocar el incendio.
Dobrindt y el ministro de Interior bávaro criticaron el “comportamiento irresponsable” de muchos conductores, “mirones”, que circulaban por la autovía donde tuvo lugar el accidente y que no facilitaron el acceso de los servicios de rescate.
Herrmann señaló que en el aeropuerto de Múnich se ha creado un centro de atención a las familias de las víctimas, mientras la policía de investigación criminal y los forenses trabaja en la identificación de los cadáveres.
El accidente se produjo en la autopista A9, a la altura de Stammbach, en el estado federado de Baviera, pasadas las siete de la mañana (05.00 GMT), cuando el autobús, en el que viajaban un grupo de jubilados -46 personas y dos conductores-, embistió por detrás al semirremolque, que circulaba a poca velocidad debido al tráfico congestionado.