Más allá del destino que tenga ante la audiencia y la crítica, Spider-Man: Homecoming — que se estrena el próximo viernes, 7 de julio — es un caso digno de estudiar pues revela tanto lo bueno como lo malo de pertenecer al Universo Cinematográfico Marvel.
Desde 2002 y a lo largo de cinco películas, el Hombre Araña fue un personaje de historietas cuya versión cinematográfica era conducida por Sony (Columbia Pictures).
Pero la tibia recepción que tuvo The Amazing Spider-Man 2 en 2014, con Andrew Garfield en el papel de Peter Parker — en un reboot que despertó poco entusiasmo entre los fanáticos – motivó que Sony le entregara las riendas del personaje a Marvel Studios.
Los derechos cinematográficos de Spider-Man siguen estando en manos de Sony, pero las decisiones estratégicas recaen ahora en Kevin Feige, el presidente de Marvel Studios.
Marvel Studios obtuvo así a Spider-Man en Captain America: Civil War (2016) y The Avengers: Infinity War (2018), lo que fue todo un suceso a nivel de promoción e insufló aire fresco en la alineación de los Vengadores.
Y Sony recibió a cambio un espaldarazo definitivo para relanzar al personaje, ahora con un nuevo protagonista, Tom Holland. Y la participación de Iron Man (Robert Downey Jr.) en Spider-Man: Homecoming, con lo que el Hombre Araña queda incorporado oficialmente al llamado Universo Cinematográfico Marvel.
Fuente: Cnet.com