Hay quienes señalan que esta alianza con DUP, entre otros problemas, podría ser fundamental, en un posible desequilibrio de la frágil paz lograda en Irlanda del Norte.
En medio de llamados a que renuncie, Theresa May logró formar gobierno en minoría con el apoyo del Partido Unionista Democrático (DUP). Sin embargo, no todos ven esta unión con buenos ojos. Hay quienes señalan que esta alianza con DUP, entre otros problemas, podría ser fundamental, en un posible desequilibrio de la frágil paz lograda en Irlanda del Norte.
Voces norirlandesas, de lado y lado, es decir, de quienes militaban o simpatizan aún con el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y simpatizantes de La Fuerza Voluntaria del Ulster (UVF), grupo leal a la Corona Británica en Irlanda del Norte, apuntan que si el Brexit vuelve a crear fronteras, todo podría comenzar de nuevo. Y eso solo significa un resquebrajamiento de la paz de Irlanda del Norte
Habría que recordar que, el de Irlanda, fue uno de los conflictos más sangrientos del siglo XX con lo cual, no se necesita mucho para alterar el frágil equilibrio de Irlanda del Norte y hacer tambalear su tan complicada y luchada paz.
La decisión en Londres de formar gobierno con un partido del otro bando del lado unionista pro-británico (Partido Unionista Democrático DUP) pone en alerta a los nacionalistas irlandeses, quienes consideran que el Gobierno británico está a punto de arruinar la paz, por un motivo que para ellos es extremadamente egoísta: permanecer en el poder.
A raíz del referendo por el Brexit, realizado el año pasado, en el que se obtuvo como resultado la salida del Reino Unido del bloque europeo, el país se vio envuelto en vaivenes políticos que terminaron en unas elecciones adelantadas, por quienes creían tener todo a favor (los Tories de Theresa May) pero que al final, llegaron disminuidos a dichos comicios y para poder lograr mayoría para gobernar, han tenido que hacer acuerdos. El punto está en con quiénes hicieron acuerdos.
Una debilitada Theresa May, tuvo que echar mano de pactos con el Partido Unionista Democrático (DUP), el mayor de los partidos políticos regionales, de los unionistas de Irlanda del Norte, cuya única meta es el poder. Social y políticamente, los unionistas democráticos son muy conservadores, se oponen al matrimonio homosexual y bloquean la liberalización del aborto. Además, el partido es vehementemente protestante, algo que podría crear problemas en un Reino Unido más moderno. Su ideología básica consiste en reconocer la realidad social y cultural de Irlanda del Norte al margen de la República de Irlanda. Es así que, sostienen sus ideas con una fuerza cercana al radicalismo. Es el partido político más grande de Irlanda del Norte y el quinto del Reino Unido.
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Ahora bien, la pregunta es ¿qué concesiones hizo Theresa May para lograr pactar con DUP y cómo fue recibida la noticia? Theresa May realizó acuerdos en dinero y en algunos aspectos sociales fundamentales de su programa de gobierno. Al parecer, el pacto con los unionistas supone para el gobierno, invertir 1.000.000.000 millones de libras esterlinas, ($1.292.280.000 y €1.138.520.000) en Irlanda del Norte, en los próximos dos años, fuera de los 500 millones de libras ($646.140.000 y €569.260.000) que ya tiene destinado el gobierno en su presupuesto para dar a Irlanda. Más o menos un equivalente de $2.000.000.000. Los unionistas por su parte, lograron que en el futuro no haya cambios en los fondos de pensiones y en los subsidio en la calefacción de los hogares de las personas de la tercera edad en todo el Reino Unido.
El acuerdo no fue bien recibido en la oposición. El líder del partido laborista Jeremy Corbyn expresó que el pacto es contrario al interés nacional y le conviene al partido conservador para continuar en el poder. Por su parte, la ministra principal del gobierno autónomo escocés, Nicola Sturgeon, calificó el acuerdo de clientelismo político de la peor especie y advirtió que exigirá más fondos para Escocia.
El Partido Nacionalista Sinn Féin, partido político irlandés de ideología republicana e izquierdista, considerado tradicionalmente como el ala política del ejército republicano irlandés (IRA), advirtió que un acuerdo con los unionistas, pondría en peligro la paz en Irlanda del Norte y dijo que de ser así, ya este gobierno no sería neutral.
En su futuro, es obvio que Theresa May no quiere el panorama de reinicio de un conflicto que duró décadas y que costó demasiadas vidas. Es por eso que, se entrevistó con representantes de Sinn Féin y otros partidos norirlandeses, cuyos representantes, no quedaron muy convencidos. Le toca ahora el turno a Arlene Foster, líder de los unionistas, de lograr convencer que el acuerdo al que llegaron con May, es beneficioso para todos los norirlandeses, tal como ella afirma y no solo para los unionistas.
Hay quienes señalan que el partido del gobierno (los Conservadores), no debió aliarse con el DUP, porque podría ser peligroso para el Acuerdo de Viernes Santo en Irlanda del Norte. Londres tiene que mantenerse neutral y no inclinarse por ningún bando. Algo que Theresa May hace abiertamente al prometer a DUP, los casi $2.000.000.000 millones más de presupuesto por su apoyo en el gobierno, además de otras concesiones respecto a los gastos. Un desequilibro que podría provocar una gran explosión, y generar una delicada situación en Belfast.
En principio, no tiene nada de malo la formación de una coalición de gobierno en Londres y ahora, los conservadores tendrán que colaborar con los partidos pequeños ante la falta de mayorías. Sin embargo, el Partido Unionista Democrático (DUP) no es un partido como cualquier otro y el precio político que Theresa May podría que pagar por su apoyo, sería demasiado alto, a criterio de analistas políticos. Y no se refieren precisamente al dinero sino a algo más costoso como perder la paz de Irlanda del Norte y tambalear su permanencia en el gobierno.
Vía: El Universal
