Se trata de la ciudad donde el grupo terrorista había creado hace tres años su califato
Tras casi nueve meses de cruenta batalla, el Ejército iraquí anunció este domingo la liberación de la zona de Al Midán, en el casco antiguo de la ciudad de Mosul, y señaló que los yihadistas ya solo resisten en el distrito de Al Qaliyat, situado también en la zona histórica de la urbe, la segunda más grande de Irak.
El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, llegó el domingo a Mosul, una ciudad «liberada», donde proclamó victoria sobre el Estado Islámico (EI).
En una foto publicada en la cuenta oficial de Abadi en Twitter, se ve al primer ministro iraquí vestido con un uniforme militar negro a su llegada a Mosul, para anunciar la conquista. El mandatario fue recibido por los comandantes de las operaciones en la ciudad.
Tras felicitar a los efectivos, Al Abadi se dirigió a la sede de la Policía Federal para encontrarse con los principales comandantes y militares de las diferentes unidades que lideraron la operación.
Abadi «llega a la ciudad liberada de Mosul y felicita a los combatientes heroicos y al pueblo iraquí por esta importante victoria», indicó el comunicado oficial.
«El mundo no se imaginó que íbamos a acabar con el Dáesh tan rápidamente», resaltó el mandatario, quien destacó que estas «victorias» se produjeron gracias a «los sacrificios de los héroes», en alusión a los militares.
La ofensiva para expulsar al EI de Mosul y de toda la provincia de Nínive, en el norte de Irak, comenzó en octubre de 2016 y desde entonces las tropas iraquíes, apoyadas por milicias y por el ejército kurdo «peshmerga» han arrebatado a los extremistas amplios territorios que habían ocupado en verano de 2014.
En momentos de celebración del pueblo iraquí, la televisión mostró imágenes de desfiles de vehículos festejando la inminente liberación por las calles de las principales ciudades del país, entre ellas Bagdad.
Entretanto, los yihadistas continúan a través de la red de mensajería Telegram difundiendo noticias sobre Mosul, pues afirmaron que «violentos bombardeos» mataron a más de 100 civiles e hirieron a 220 en los últimos dos días en la zona de Al Maidán, en el centro histórico y liberada el domingo por las fuerzas iraquíes.
Mosul es la tercera ciudad más grande de Irak, después de la capital, tiene más de 660 mil habitantes y está ubicada al este del río Tigris, distante aproximadamente unos 396 kilómetros de Bagdad.
La importancia de la victoria
Según datos de la ONU, entre 10 mil y 20 mil personas se encontraban atrapadas en el casco antiguo de Mosul bajo el régimen del EI.
Pero esta situación ha ido cambiando a medida que el ejército iraquí le fue quitando territorio.
Mosul es la metrópolis más grande de Irak después de Bagdad y ganar el control de la ciudad fue una de las victorias más significativas del grupo yihadista.
La liberación de Mosul es importante por el hecho de que fue en esa ciudad donde hace tres años el EI proclamó su «califato», y fue a partir de ahí que dejó de ser considerado como un grupo local y propagó con mayor dureza su mensaje.
La ciudad se transformó en el último bastión de poder de EI en Irak tras perder ciudades claves como Tikrit y Ramada.
El rescate de Mosul podría limitar significativamente el movimiento de combatientes, armas y suministros del EI. La liberación le implica al grupo yihadista la pérdida de algunas de sus principales rutas de abastecimiento desde Irak a Siria, donde mantiene una fuerte presencia.
«Es un gran golpe para el prestigio del EI», resumió David Witty, analista y coronel retirado de las fuerzas especiales estadounidenses en la región.
Es también una nueva derrota militar para la organización yihadista, que no ha dejado de perder terreno en los últimos años.
Golpe duro, pero no mortal
La caída de Mosul en manos del gobierno aísla y debilita un poco más a la organización del EI, pero es aún demasiado pronto para hablar de una victoria definitiva.
«No hay que considerar que la toma de Mosul marca el fin del EI», advirtió Patrick Martin, analista del Instituto para el Estudio de la Guerra en Washington, recordando que el grupo «controla todavía un territorio urbano significativo», especialmente en Siria, donde se está llevando a cabo una ofensiva para retomar la ciudad de Raqa.
Incluso en Irak, donde los yihadistas siguen controlando varias regiones, declarar muerto al «califato» querría «decir que el EI ya no puede controlar territorios y gobernar», precisa.
Por este motivo, Bagdad «debe tomar medidas para asegurarse de que el avance sobre el EI se consolida en el tiempo». De lo contrario, el grupo «podría, en teoría, resurgir y apoderarse de nuevas zonas urbanas».
«A corto plazo en Irak, el EI va a pasar al terrorismo y a la insurrección en lugar de tratar de controlar abiertamente grandes regiones», consideró Witty.
La organización ya ha respondido a otros reveses militares con sangrientos ataques, recordó Martin.
El atentado con bomba más mortífero jamás cometido en Bagdad, que mató a 320 personas en julio de 2016, tuvo lugar tras la pérdida por los yihadistas de su bastión de Faluya.
«Irak será probablemente víctima de la inseguridad aún muchos años», afirmó Witty.
Asimismo, el EI sigue representado una amenaza a nivel mundial, contra la cual la coalición dirigida por Estados Unidos lleva a cabo una lucha sin cuartel.
En tres años, varios miles de voluntarios de todo el mundo se han unido a los yihadistas en la zona sirio-iraquí, un número indeterminado de los cuales regresó a su país.
La ideología y la propaganda del EI siguen teniendo fuerte influencia, originando el surgimiento de numerosas células yihadistas más allá de las fronteras geográficas del califato. Varios atentados mortales han sido reivindicados por el grupo en todo el mundo en los últimos años.
Zonas del Estado Islámico en Irak
A pesar de la pérdida de Mosul, el grupo yihadista Estado Islámico sigue controlando importantes porciones de territorios en Irak y amenaza otras zonas bajo la égida gubernamental. Estas son algunas de las zonas que aún controla: Tal Afar, a medio camino entre Mosul y la frontera con Siria; Hawija, en la provincia de Kirkuk, situada a 180 kilómetros al sureste de Mosul; la provincia de Al Anbar, concretamente la región de Al Qaim, que está pegada a la frontera con Siria, y otras zonas que están bajo control gubernamental.
Vía: El Observador