Conocer la magia que traen consigo las artes escénicas, es sin duda lo que ha permitido que Sadi Antonio Arévalo no cese en este oficio que a su parecer trae muchas satisfacciones a nivel personal, ya que tiene la oportunidad de dar sonrisas y llenar de sueños a grandes y a chicos.
Este hombre, padre de familia, graduado como Licenciado en Educación y galardonado con el premio nacional Enrique Bechimoll como mejor director de teatro de niños, quien nació en El Callao pero reside en Ciudad Bolívar, hoy cuenta que pese a los esfuerzos realizados por su persona para adquirir una vivienda le ha sido muy difícil.
Relata que con los ahorros de su vida trató de comprar una vivienda propia el año pasado pero fue vulgarmente estafado y no pudo hacer nada al respecto, por lo que vive en un kiosco aislado entre cuatro paredes en la calle principal con calle cuatro de Brisas del Este.
Afirma que a pesar de ello sus sueños y metas continúan latentes, ya que anhela tener un hogar que sea su templo para la cultura, porque para él no importan las adversidades la esperanza es la última que se pierde, es así como llega a la sala de redacción de El Luchador para solicitar a los entes competentes le ayuden.
Durante su visita comunicó: “Soy cultor que durante más de 40 años vengo sirviéndole a la patria en el área de teatro, títeres, cuenta cuentos y creatividad literaria, tanto en los colegios como en las comunidades, pero el caso es que no poseo vivienda propia, he dado tumbos de casa en casa y el año pasado invertí mis ahorros en la compra de una vivienda particular, siendo estafado. He introducido una solicitud a la Misión Vivienda, Ministerio de Cultura y a la Secretaria de Cultura de la Gobernación del estado Bolívar sin tener respuesta hasta la fecha, es por lo que me veo en la necesidad de solicitar apoyo para la solución de mi mayor sueño, una vivienda. Mucho sabré agradecerle en nombre de mis hijos a quienes no he podido brindarles un espacio digno de familia”. RM