La capacidad para imponer juego ofensivo ha sido la tónica dominante para Marin Cilic sobre la hierba de Wimbledon. El croata, suelto bajo la atenta mirada de Jonas Bjorkman, siguió imponiendo su ley entre los muros de un All England Club que asiste a la candidatura de un aspirante nuevo a la copa dorada.
El jugador de Medjugorje logró remontar por 6-7, 6-4, 7-6(3) y 7-5 al estadounidense Sam Querrey tras dos horas y 56 minutos para firmar su primer final de Wimbledon, la segunda en categoría de Grand Slam en toda su trayectoria profesional.
The reaction says it all. @cilic_marin becomes the first Croatian to reach the #Wimbledon final since Goran Ivanisevic in 2001 ?? pic.twitter.com/gprkQc0wFK
— Wimbledon (@Wimbledon) July 14, 2017
Con esta victoria Cilic hizo historia para su país, convirtiéndose en el segundo jugador croata de toda la historia capaz de pisar la final en Londres, algo únicamente logrado previamente por el campeón de 2001 Goran Ivanisevic.
El número 6 del Emirates ATP Rankings hizo gala de su volumen de ataque para desbordar a su rival, presente por primera vez en una semifinal de Grand Slam. La decisión total de Cilic (25 aces, 88% de efectividad con primer saque y 70 tiros ganadores) fue una constante en un partido que le planteó ciertas curvas.
Con el pase a la final de un Grand Slam en juego, el partido nació con un primer set completamente plano, con ambos jugadores controlando cada turno de servicio hasta llegar al desempate sin generar una sola opción de quiebre. Allí, y con el hambre para lanzarse a los desconocido, Querrey logró remontar un 1-4 para atar la primera manga.
La calma de Cilic fue notable para encauzar el partido. El croata mantuvo su autoridad al servicio y, además, creció en su juego al resto. Su insistencia y reflejos desde la línea de fondo (en tres turnos de devolución generó opciones de quiebre) y su tino ante la oportunidad (con un brillante passing shot de revés para colocar el 3-4), fue suficiente para igualar el partido.
Desde allí, un combate cuerpo a cuerpo. Con mucha agresividad y variedad en su derecha, Querrey logró frenar el juego en tromba de Cilic, que se situó con 1-2 antes de ver la respuesta inmediata del americano al resto (2-2).
Si Cilic logró cerrar los dos primeros sets sin encarar una opción de quiebre, no tembló cuando Querrey le arrebató por primera vez el servicio. El croata aceptó la llegada al tiebreak y afrontó el desempate del tercer set con una mente de hielo, controlando todos sus puntos al servicio para situarse a un parcial de la final.
En un intercambio de golpes digno de un partido de esta altura, Querrey amenazó con alcanzar la quinta manga al colocar el 4-2 en el cuarto set. Una intenciones que Cilic, magistral en la cinta con 13 puntos en 17 aproximaciones en el encuentro. aplacó con una convicción total, cerrando cinco de los últimos seis juegos del duelo para sellar su billete a la final.
Cuando Querrey servía para conducir el cuarto parcial a un tiebreak dramático Cilic emergió en el fondo, cerrando el partido al resto con una formidable derecha paralela.
La irrupción del balcánico hasta la final de Wimbledon sirve para coronar una imponente temporada de hierba en la que acumula 12 victorias en 14 partidos, sumando al resultado en la capital británica las semifinales firmadas en el Ricoh Open de ’s-Hertogenbosch y el subcampeonato cosechado en el Aegon Championships de Queen’s.
Ahora, y con el objetivo de levantar el segundo Grand Slam de su carrera deportiva, Marin Cilic espera rival para la gran final del domingo. Un oponente que saldrá de la segunda semifinal a librar este viernes entre el suizo Roger Federer, siete veces campeón del torneo, y el checo Tomas Berdych, vigente semifinalista y subcampeón en la edición de 2010.