La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó que una ampliación de los servicios sanitarios generales en países pobres y emergentes evitaría 97 millones de muertes hasta 2030.
Expandir los servicios de la cobertura universal de salud podría prevenir 97 millones de muertes prematuras a nivel mundial hasta 2030 y agregar hasta 8,4 años la esperanza de vida en países con ingresos medios y bajos, aseguró hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En un informe publicado en The Lancet Global Health, la OMS aseguró que aumentar las inversiones en salud podría prevenir una de cada cinco muertes durante 15 años, incluyendo más de 50 millones de niños y niñas que mueren antes de cumplir cinco años y 20 millones de muertes por enfermedades como las cardiovasculares, diabetes y cáncer.
«La cobertura médica universal es una decisión política. Es responsabilidad de todos los países y gobiernos tratar de alcanzarla», aseguró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La entidad rectora de la salud aseveró en el documento que «la mayoría de los países pueden permitirse las inversiones necesarias, las naciones más pobres necesitarán asistencia», y precisó que los países de bajos y medios ingresos representan el 75 % de la población mundial.
Las inversiones podrían prevenir 97 millones de muertes prematuras y así la esperanza de vida aumentaría entre 3,1 y 8,4 años, y se añadirían 535 millones de años de vida saludable en 67 países en vías de desarrollo.
En la actualidad, las inversiones en los sistemas de salud van dirigidas en un 75% a empleo de más trabajadores de la salud, construcción y operación de nuevas clínicas, hospitales y laboratorios y la compra de equipos médicos.
El resto de los costos son para medicamentos, vacunas, jeringas y otros productos utilizados para prevenir o tratar enfermedades específicas y para actividades como capacitación, campañas de salud y divulgación a comunidades vulnerables.
El análisis, publicado en The Lancet Global Health, mostró que el 85% de estos costos se pueden cubrir con recursos internos, aunque hasta 32 de los países más pobres del mundo seguirán necesitando asistencia externa.
«Los países de altos ingresos no se incluyeron en el análisis, pero otras estimaciones muestran que todos pueden darse el lujo de proporcionar cobertura de salud universal con servicios esenciales a sus ciudadanos», aseguró la OMS.
La organización aseveró que el escenario ideal sería la adición de más de 23 millones de trabajadores de la salud y la construcción de más de 415.000 nuevas instalaciones de salud, el 91% de los cuales serían centros de atención primaria de salud.
Estas inversiones aumentarían de 5,6% a 7,5% el gasto en salud en proporción al producto interno bruto en los 67 países de ingresos medios y bajos.
El promedio mundial del gasto en salud en proporción del PIB es del 9,9%, a pesar de que un mayor gasto no necesariamente se traduce en una mejor salud, advirtieron desde la OMS.
Vía: mdzol