Aunque parecen incompatibles, no es tan malo que tomes una dosis de cafeína antes de entrenar, ya que podría tener un impacto sumamente positivo en tu rendimiento deportivo.
Por ello, un grupo de entrenadores de atletas sostienen que una inyección de cafeína antes de una sesión de entrenamiento o competición puede mejorar el rendimiento al hacer más fácil el ejercicio vigoroso.
Pero, para un deportista promedio, ¿beber café realmente podría darle al entrenamiento una ventaja? Si bien la ciencia no tiene conclusiones sólidas todavía sobre el papel de la cafeína como una ayuda de entrenamiento, la investigación hasta ahora es alentadora.
El efecto principal de la cafeína en el cuerpo es aumentar el sentido de alerta y la excitación, lo que puede hacer que los entrenamientos no se sientan tan duros. También, según la evidencia científica actual, puede ayudar a los músculos a quemar más grasa. ¿Cómo? Los músculos usan glucógeno, una versión almacenada de la glucosa como energía y, cuando las reservas de glucógeno se agotan, los músculos se hacen más débiles y menos eficientes, produciendo agotamiento.
Los efectos energizantes de la cafeína empiezan a alcanzar el pico aproximadamente una hora después de la ingestión y pueden durar de tres a seis horas.
Con información de Infobae y Noticias24.com