Un loro fue el testigo clave en la condena de una mujer que asesinó a balazos a su esposo en Michigan, Estados Unidos.
Al parecer, la mascota de la pareja presenció el hecho y luego de eso, solo repitió la frase: “¡Don’t fucking shoot!” (¡no dispares, maldita sea!)”. Y pese a que la mujer intentó suicidarse tras cometer el crimen, sobrevivió al hecho.
“Ese loro repite todo lo que escucha y tiene la boca más sucia del barrio”, declaró Lillian Duram, madre del hoy occiso.
Con información de Infobae