El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una ley que impone nuevas sanciones a Rusia por la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales de 2016 y por su intervención en Ucrania en 2014.
El paquete de medidas fue aprobado la semana pasada por una abrumadora mayoría en el Senado (92 – 2).
También contaba con el apoyo mayoritario de congresistas republicanos y demócratas en la Cámara de Representantes, por lo que su aplicación estaba garantizada incluso si Trump decidía vetarla.
Además de las sanciones a Rusia, los legisladores incluyeron en el paquete sanciones a Irán y Corea del Norte, dos focos frecuentes de las críticas del presidente.
Moscú niega haber interferido en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que este paquete de sanciones «aprieta los tornillos de nuestros adversarios más peligrosos para mantener a salvo a los estadounidenses«.
Difíciles de eliminar
La corresponsal de la BBC ante el Departamento de Estado, Barbara Plett, explicó que la legislación codifica las sanciones impuestas a Moscú en diciembre por el expresidente Barack Obama.
Sin embargo, al ser convertidas en ley, se hace mucho más complicada su eliminación.
A partir de ahora, el presidente verá limitada su potestad tradicional para eliminarlas, pues deberá contar con el visto bueno del Congreso.
El paquete también incrementa las restricciones a terceros países para hacer negocios con empresas rusas, en particular en el sector energético, lo que preocupa a gobiernos europeos por la posibilidad de eventuales sanciones por apoyar proyectos de gasoductos con los rusos.
El domingo pasado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó la expulsión de 755 empleados de la embajada de Estados Unidos en Moscú, en respuesta a las sanciones estadounidenses.
«Hemos esperado suficiente tiempo, con la esperanza de que la situación quizás mejoraría. Pero todo indica que incluso si la situación cambia, eso no va a suceder pronto «, afirmó el mandatario ruso en una entrevista con la cadena de televisión Rossia 24.
El anuncio de la expulsión, que se haría efectiva el 1 de septiembre, ocurrió dos días después de que Moscú solicitara a la legación diplomática estadounidense un recorte de su personal diplomático hasta situarlo en los 455 empleados, el mismo número que existe en la embajada rusa en Washington.
Nota tomada de bbc.com/mundo