El distante «Júpiter caliente» tiene una estratosfera lo suficientemente caliente como para hervir hierro.
Por primera vez, los científicos han detectado moléculas de agua «brillantes» alrededor de un planeta fuera de nuestro Sistema Solar. Se trata de un hallazgo increíble, pues podría aportarnos más información acerca de los jupíteres calientes, un misterioso tipo de gigantes de gas similares a Júpiter, que no se encuentran dentro de nuestro vecindario solar.
Antes de que nos dejemos llevar por la emoción, es importante señalar que los jupíteres calientes como el recíén descubierto, WASP-121b, que se encuentra a unos 900 años luz de distancia de la Tierra, no son propensos a soportar la vida, dado su abrasador ambiente.
Sin embargo, comprender más acerca de sus atmósferas es relevante de cara a la determinación de las condiciones físicas y químicas que conforman los mundos extraterrestres.
«Este resultado es emocionante porque muestra que un rasgo común de la mayoría de las atmósferas de nuestro Sistema Solar -una cálida estratosfera- también puede encontrarse en atmósferas de exoplanetas», comenta Mark Marley, del Centro de Investigación Ames de la NASA.
Los científicos detectaron moléculas de agua brillante en la atmósfera de WASP-121b utilizando el telescopio espacial Hubble de la NASA, con un análisis espectroscópico que muestra las moléculas de agua que emiten radiación infrarroja a medida que pierden energía debido al aumento de calor en la extraordinariamente caliente estratosfera del planeta. No nos quedamos cortos, pues hablamos de unos 2.500 ºC en la atmósfera superior.
«Cuando se trata de exoplanetas distantes, que no podemos ver con el mismo detalle que otros planetas en nuestro propio Sistema Solar, tenemos que confiar en las técnicas actuales para revelar su estructura. La estratosfera de WASP-121b es tan caliente que puede hacer brillar el vapor de agua, que es la base de nuestro análisis», explica Drake Deming de la Universidad de Maryland.
Así, aunque sabemos que la presencia de agua es un signo que puede ofrecer oportunidad para la vida en mundos distantes, es poco probable que sea el caso de WASP-121b. Este exoplaneta tiene 1,2 veces la masa de Júpiter y su radio también es mayor, pero en al menos un aspecto es muy diferente al planeta que conocemos.
A diferencia de Júpiter, que orbita el Sol una vez cada 12 años, la órbita de WASP-121b con respecto a su estrella es de 1,3 días. Esa intensa proximidad explica por qué no es un planeta potencialmente habitable y si estuviera aún más cerca de su estrella, la gravedad de esta lo desgarraría inevitablemente.
«Hemos medido un fuerte aumento en la temperatura de la atmósfera de la WASP-121b a mayores altitudes, pero aún no sabemos qué está causando esta dramática calefacción. Esperamos abordar este misterio con próximas observaciones en otras longitudes de onda» aclara Nikolay Nikolov de la Universidad de Exeter.
Se trata así del primer paso en un largo camino pero al fin estamos ante el descubrimiento de moléculas de agua brillante como signo más claro para un exoplaneta con estratosfera.
Vía: Diario Uno