En medio de la creciente tensión en la península coreana tras las sanciones que impuso el fin de semana el Consejo de Seguridad de la ONU a Corea del Norte, este lunes el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, dejó abierta la puerta para el diálogo con la dictadura de Kim Jong-un.
Sin embargo, el funcionario condicionó esa posibilidad a que el régimen detenga sus pruebas de misiles.
Los comentarios de Tillerson, realizados en un foro de seguridad regional en Manila, Filipinas, marcan el último intento de Estados Unidos por frenar el programa nuclear y de misiles de Pyongyang.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso el sábado su más duro paquetede sanciones contra el régimen por sus dos pruebas intercontinentales de misiles balísticos realizadas en julio.
Cuando las condiciones sean correctas, podemos sentarnos y dialogar sobre el futuro de Corea del Norte, para que se sientan seguros y prosperen económicamente», declaró Tillerson a la prensa.
«La mejor señal que Corea del Norte puede darnos de que están dispuestos a hablar sería detener estos lanzamientos de misiles», agregó.
«No hemos tenido un período prolongado en el que no hayan tomado algún tipo de acción provocativa al lanzar misiles balísticos», apuntó el secretario de Estado norteamericano en la capital filipina.
Los intentos del gobierno de Donald Trump por presionar a Corea del Norte para que abandone sus ambiciones nucleares hasta ahora han tenido pocos resultados. Pyongyang, en cambio, sólo ha intensificado sus pruebas, realizando dos ensayos intercontinentales de misiles balísticos el mes pasado.
Con información de Reuters
