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sábado, noviembre 16, 2024

Cráneo de 13 millones de años, pista del antiguo ancestro común de monos y humanos

El hallazgo publicado en la revista Nature describe una cría, de aspecto parecido a un gibón, a la que han denominado Alesi.

Entre los primates antropoides, los seres humanos están más estrechamente relacionados con los chimpancés, gorilas, orangutanes y gibones. Nuestro antepasado común con los chimpancés vivió en África hace entre 6 y 7 millones de años y gracias a los fósiles hallados por los científicos sabemos cómo evolucionaron los seres humanos desde entonces.

Sin embargo, poco se conoce de la evolución del ancestro común de todos los monos y los humanos anterior a hace 10 millones de años. Esto se debe a que los fósiles de este período son escasos y consisten principalmente en dientes y huesos parciales de mandíbula, lo que ha hecho difícil responder a si este antepasado se originó en África y cómo era.

Una investigación realizada por un equipo internacional liderado por Isaiah Nengo, científico de la Universidad Stony Brook (EE UU), permite ahora abordar mejor estas preguntas. El trabajo, publicado en Nature,describe un fósil recién descubierto, apodado Alesi por sus descubridores.

El fósil pertenece al cráneo infantil completo de un mono extinto. Muchas de las partes más reveladoras del cráneo se conservan dentro del fósil. Por esta razón, los científicos utilizaron un equipo extremadamente sensible de imágenes de rayos X y en 3D del sincrotón de Grenoble (Francia) para visualizarlas.

«Hemos sido capaces de observar la cavidad cerebral, los oídos internos y los dientes adultos que aún no habían salido con su registro diario de líneas de crecimiento», asegura Paul Tafforeau, investigador de la instalación europea.  «La calidad de nuestras imágenes es tan buena que podemos establecer por los dientes que el bebé tenía alrededor de un año y cuatro meses cuando murió», añade.

Un mono con apariencia de gibón

Los dientes adultos que aún no habían salido dentro del cráneo de la cría de mono también indican que se trata de una nueva especie, denominada Nyanzapithecus alesi. Hasta ahora, todas las especies de Nyanzapithecus que se conocían era solo por sus dientes, y también era una cuestión abierta si eran o no monos.

El cráneo de Alesi tiene el tamaño de un limón, con la parte inferior de la cara notablemente pequeña, parecida a la de una cría de gibón. “Esto nos daba una impresión inicial de que se trataba de un gibón extinto. Sin embargo, nuestros análisis demuestran que esta apariencia no es exclusiva de esta especie y que evolucionó varias veces entre monos extintos, actuales y sus parientes», dice Chris Gilbert, investigador del Hunter College de Nueva York (EE UU).

Lo que indica claramente que no era como un gibón es el órgano del equilibrio de sus oídos internos. «Los gibones son conocidos por su rapidez y comportamiento acrobático en los árboles, pero los oídos internos de Alesi demuestran que tenía una forma mucho más cautelosa de moverse», comenta Fred Spoor, de la Universidad College de Londres (Reino Unido) y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania).

Según concluye Nengo, Nyanzapithecus alesi era parte de un grupo de primates que existieron en África hace más de 10 millones de años. Lo que el descubrimiento de este cráneo muestra es que este grupo estaba cerca del origen de los monos actuales y los humanos, y que este origen era africano.

 

 

Vía: El Espectador

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