Diviértete, esfuérzate y pasa tiempo de calidad con tu pareja mientras entrenan juntos
Hacer ejercicio en pareja no es solo compartir tiempo juntos, también se trata de plantearse metas en común, apoyarse para lograrlas y luego disfrutar de los resultados. De algún modo, el deporte crea un vínculo más grande que solo sentarse frente al sofá y ver televisión.
Si estás considerando la idea de poner manos a la obra y entrenar con tu pareja, te damos estas buenas razones para que motives aún más.
Se motivan mutuamente: Cuando estás cansada y no puedes hacer esa serie que te falta de sentadillas, ten por seguro que tu pareja estará ahí para animarte. Entrenar juntos implica que siempre tendrás a alguien a tu lado para apoyarte, corregirte si estás haciendo algo mal y motivarte a alcanzar tus metas.
Es una actividad que hacen juntos: Si eres fanática del deporte, sabes que el tiempo que dedicas a ejercitarte es sagrado y que te da cargo de consciencia si un día dejas de entrenar. Entonces, ¿qué mejor que pasar ese par de horas con tu pareja? Dile adiós a la excusa de “nos vemos muy poco” y entrenen a diario.
Tienen un tema más de conversación: ¿Despertaron adoloridos después de levantar pesas? ¿La rutina de hoy les pareció divertida? ¿Hay una competencia a la que planean asistir? El deporte será un nuevo tema de conversación en común.
Es más difícil que dejen de entrenar: Hacer deporte con tu pareja cambiará la perspectiva que tienes sobre tu entrenamiento. Ya no es una obligación sino una oportunidad de pasar tiempo juntos, y eso te motivará a no dejar pasar ni un día sin entrenar.
Se complementan: ¿Odias hacer cardio pero él lo disfruta? ¿No le gusta hacer el estiramiento final pero tú lo encuentras totalmente necesario? Al entrenar juntos, terminarán por contagiarse de las ganas del otro de hacer determinados ejercicios y se impulsarán a practicarlo.
Disfrutan de los resultados juntos: No solo verán como sus cuerpos se van tonificando con el tiempo, también notarán otros cambios en su vida: tienen más aire, se sienten llenos de energía, pueden hacer más actividades que antes, etc.
Se conectan más: Tu “yo” cotidiano no es igual a tu “yo” mientras entrenas, y digamos que ese último no es el más atractivo. Al entrenar con tu pareja, puedes decir que se han visto en uno de tus peores momentos: cuando te duele hasta el último pelo del cuerpo, cuando estás realmente sudorosa y cuando no tienes aire para dar ni un paso más. A esa conexión súmale que el ejercicio reducirá sus niveles de estrés y se sentirán más felices.
Vía: El Nacional