El régimen comunista de Pyongyang ha acusado reiteradas veces a Estados Unidos de usar las maniobras militares con Corea del Sur como un ensayo para preparar un ataque a Corea del Norte.
Seúl.- Después de enfrascarse en una guerra de acusaciones mutuas, el presiente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, han rebajado el tono de su enfrentamiento. Sin embargo, no se sabe hasta cuándo la población de la región puede sentirse tranquila, ya que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Corea del Sur iniciarán este lunes las maniobras militares conjuntas que vienen realizando anualmente.
En los dos países preocupa la posibilidad de que los ejercicios bélicos, bautizados como «Ulchi Freedom Guardian», reaviven el prolongado conflicto en torno al programa nuclear y balístico de Corea del Norte y puedan motivar a Kim a ordenar la realización de nuevos ensayos misilísticos, lo que a su vez podría provocar nuevamente una fuerte reacción por parte de Washington, precisó DPA.
En Washington existe sobre todo el temor de que la isla de Guam, en el Pacífico occidental, donde Estados Unidos tiene una base militar estratégicamente importante, se convierta en el objetivo de los misiles norcoreanos.
El régimen comunista de Pyongyang ha acusado reiteradas veces a Estados Unidos de usar las maniobras militares con Corea del Sur como un ensayo para preparar un ataque a Corea del Norte. «Por esta razón, ha aumentado el temor de que estos juegos bélicos puedan desatar una nueva crisis, ya que Kim Jong-un no ha retirado su amenaza de disparar misiles hacia aguas próximas a Guam», escribió el periódico militar Stars and Stripes.
El Pentágno anunció que esta vez participarán en las maniobras, además de 50.000 soldados surcoreanos, 17.500 efectivos estadounidenses, es decir, varios miles menos que el año pasado. Este dato ha dado lugar a especulaciones en Corea del Sur sobre supuestas negociaciones secretas entre Estados Unidos y Corea. La última vez que Trump se refirió a Kim Jong Un, el presidente estadounidense alabó al líder norcoreano: «Ha tomado una decisión muy sabia y bien razonada», dijo Trump el pasado miércoles en Twitter en alusión al anuncio de Kim de posponer los planes de atacar a Guam.
Kim había amenazado con lanzar cuatro misiles de largo alcance contra ls isla estadounidense pero luego dio marcha atrás, según los medios estatales norcoreanos, con el argumento de que primero quería observar «más de cerca» el comportamiento de Washington antes de tomar una decisión importante.
En Corea del Sur, las palabras de Kim fueron interpretadas inmediatamente como una alusión a las maniobras militares. Y los primeros comentarios en los medios norcoreanos sobre los ejercicios, publicados el jueves, no prometen nada bueno: las maniobras «llevarán la situación en la península coreana a una catástrofe».
No es inusual que Corea del Norte endurezca su retórica con motivo de los ejercicos militares que se llevan a cabo al otro lado de la frontera. Sin embargo, esta vez las tensiones han escalado a causa de los dos ensayos con misiles intercontinentales que Corea del Norte realizó en julio y que llevaron a Trump a amenazar con cargar con «fuego y furia» contra el país comunista.
Washington teme que Corea del Norte haya logrado más avances en el desarrollo de su tecnología misilística de lo que se creía hasta ahora y que algún día esté en condiciones de disparar un misil dotado con una cebeza nuclear contra territorio norteamericano. Por esta razón, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Joseph Dunford, dejó claro el jueves durante una visita a China que Washington «no dará marcha atrás» a las maniobras con Corea del Sur.
Vía: El Universal