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domingo, noviembre 17, 2024

Los satélites más pequeños de la historia, en órbita

Se espera que estos nanosatélites llamados Sprites se conviertan en la piedra angular de futuras misiones de exploración interestelar.

En este proyecto, Hawking cuenta con el apoyo del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y del magnate ruso Yuri Milner, y, en uno de sus primeros pasos, acaba de lanzar al espacio los satélites más pequeños de la historia, que vendrían a sentar las bases para ese futuro viaje interestelar rumbo a Alfa Centauri, aunque no son escasos los retos tecnológicos a los que se enfrentan los responsables de esta iniciativa para que llegue ese ambicioso momento.

Del tamaño de un sello

Estos minisatélites que acaban de lanzarse, y que han recibido el nombre de Sprites, son del tamaño de un sello de correos –con una placa de apenas 3,5 centímetros cuadrados y un peso aproximado de solo 4 gramos– y reúnen en su miniaturizada electrónica sensores, computadoras, paneles solares y radios.

Fue el pasado 23 de junio cuando Breakthrough Starshot lanzó dos de estos minisatélites transportados como cargas secundarias por sendos satélites: el letón Venta y el italiano Max Valier. Ambos Sprites están unidos al exterior de sus respectivos satélites y, según sus estaciones terrestres, situadas en California y Nueva York, se han recibido señales de radio del Venta –que también pueden captar sin demasiada dificultad radioaficionados de todo el mundo– y están intentando establecer comunicaciones con el Max Valier, que podría haber presentado un problema en su antena de radio.

Pese a este último contratiempo, Zac Manchester, director del proyecto e investigador e ingeniero aeroespacial, se mostraba optimista sobre la misión: “Nuestro principal objetivo era demostrar que los sistemas de comunicaciones y energía de un Sprite podían funcionar en el espacio; esos son los datos básicos que necesitamos para seguir adelante. Desde nuestra perspectiva, este experimento ha sido cien por cien un éxito”, comentaba a la revista Scientific American.

Si se llegan a fabricar en masa, estos nanosatélites de coste muy bajo podrían ser desplegados y conectados en red para crear un sistema de sensores sin precedentes en la exploración del espacio, sin necesidad de exponer naves mayores y mucho más caras en ese empeño del hombre de llegar a enviar naves, algún día, a distancias interestelares.

 

 

Vía: Muy Interesante

 

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