Este domingo inició el congreso nacional en el que se debatirán todas las características del nuevo movimiento político
El fin de la guerra con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y su transición a la política, implica el cierre casi definitivo de un ciclo de conflictos armados en Latinoamérica que inicio en los años 60 y se verá concretado cuando logren disolver también al Ejército de Liberación Nacional (ELN) el último grupo guerrillero vigente en el continente, que está en diálogos desde principios del año en Quito con el Gobierno colombiano.
De todos estos grupos en su mayoría izquierdistas y revolucionarios, el primero que logró calar en el poder y convertirse en Gobierno, y quizá el que inspiró a todos los demás, fue el Movimiento 26 de Julio creado y liderado por Fidel Castro para derrotar la dictadura de Fulgencio Batista, quién renuncio al poder en diciembre de 1958, y fue suplantado por uno de los militantes del M-26-7, Manuel Urrutia Lleó.
Por esa década surgieron más de 20 grupos insurgentes unos más grandes que otros, varios se desmovilizaron y convirtieron en movimientos políticos legales, luego de firmar acuerdos de paz. Dos se perpetraron en el poder al derrocar los Gobiernos dictatoriales, y los demás desaparecieron en combates, o por su desgaste interno.
En Chile nació el Movimiento Izquierda Revolucionaria (MIR), que a partir del año 2000 inicio su camino de forma legal en la política en diversas alianzas electorales, tras 20 años en guerra. En Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación (FSLN) derrocó al dictador Anastasio Somoza y se perpetro en el poder en 1979. En Uruguay el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros se desligó de la lucha armada para pertenecer a la coalición Política Frente Amplio. Las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Venezuela, pasaron a ser Partido de la Revolución Venezolana (PRV) y finalmente la Unidad Nacional Revolucionaria Guatemalteca (URNG), luego de firmar un acuerdo de paz con las Naciones Unidas, puso fin a 36 años de guerra civil para formar un partido con sus mismas siglas.
También en esa época nació la Acción Libertadora Nacional (ALN) y el Ejército Revolucionario del pueblo (ERP) en Argentina, y la Vanguardia Popular Revolucionaria (VPR) en Brasil. Una década después, también surgieron grupos rebeldes en el Salvador, Perú, Guatemala y Ecuador, todos desarticulados y extintos en luchas internas y militares.
Colombia es el país de Suramérica que más guerrillas tuvo, ocho en total, de las que seis se desmovilizaron mediante procesos de diálogos para convertirse en partidos políticos. La principal y más grande, las FARC, está a tan solo una semana de ser oficialmente un partido político, luego de 53 años en guerra, y dos años y medio de conversaciones; y la última activa en ese país, y en el continente, el ELN, la segunda en la línea jerárquica, está en medio de un proceso de paz en el que ya se acordó un alto el fuego bilateral.
Las FARC mantendrán sus siglas como movimiento político para ser Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia. Sin embargo, el lider del grupo guerrillero publicó en su cuenta de Twitter una encuesta para consultar el nombre del movimiento.
¿Cuál de los siguientes nombres te parece que debe tener el #NuevoPartido de las FARC-EP?
— Rodrigo Londoño (@TimoComunes) August 22, 2017
Vía: El Universal
