La inflación derivada afecta la capacidad de compra del bolívar.
De acuerdo con las cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela, el saldo de la liquidez monetaria se ha quintuplicado en los últimos doce meses transcurridos.
Esto permitió que el saldo de los medios de pago de la economía, como también se les conoce, se ubicaran para la semana del 25/08 en 32,28 billones de bolívares. Eso quiere decir que en el período del análisis la liquidez aumentó en 26,35 billones en términos absolutos.
Lo significativo del aumento registrado radica en el hecho de que se ha producido en un ambiente en el cual las reservas internacionales, que son la principal base de crecimiento de la liquidez, ha tenido un comportamiento contractivo.
De hecho, en los últimos doce meses el saldo de las reservas ha bajado 1.513 millones de dólares para ubicar en la última semana en 10.061 millones de dólares.
Liquidez e inflación
Una simple operación para calcular el tipo de cambio implícito nos muestra que se encuentra en Bs 3.208. Esto significa que por cada dólar de reserva en poder del BCV existen 3.208 bolívares en circulación.
Para considerar mejor la situación, conviene tener presente que la principal fuente de la liquidez monetaria está conformada por las reservas internacionales, que son su respaldo.
Luego de la emisión primaria, la liquidez puede crecer por el factor multiplicador del crédito bancario, pero también por el gasto público y el endeudamiento.
Lo saludable es que la liquidez crezca a un ritmo tal que la actividad económica pueda absorberla para financiar su crecimiento sin distorsiones.
De lo contrario, el crecimiento exagerado de la liquidez se convierte en una fuente de presión inflacionaria que hace que el dinero emitido en exceso pierda su valor de compra.
El Ejecutivo Nacional ha aprobado seis aumentos de salarios desde el año pasado, lo cual se traduce en crecimiento de la liquidez y, en consecuencia, en fuente de presión inflacionaria.
A pesar de que el Banco Central de Venezuela no publica cifras sobre inflación desde 2015, cuando ubicó la tasa de ese año en 180,9%, proyecciones realizadas por el Fondo Monetario Internacional estiman en 720,5% la inflación para el presente año 2017.
Eso significa que estaríamos en presencia de una inflación cuatro veces mayor que la de 2015.
Antes bien, como quiera que el poder adquisitivo del bolívar mantiene una relación inversamente proporcional con el nivel general de precios, significa que se requiere cada vez mayor cantidad de bolívares para comprar la misma cantidad de bienes y servicios que a comienzos de 2008 que fue cuando inició el denominado bolívar fuerte.
Si asumimos entonces como real la estimación sobre inflación del Fondo Monetario Internacional para este año, entonces se concluye que al final del año el bolívar de comienzos de 2008 tendrá un valor real de solo 0,001. Es decir, que se requerirían mil monedas más para igualar la capacidad de compra de un bolívar de 2008.
El nuevo cono monetario
Eso en buena medida es lo que justifica la emisión de billetes de mayor denominación, porque la pérdida de valor de compra ha hecho que las operaciones normales de la economía se tornen más difíciles por las magnitudes involucradas.
Sin embargo, el nuevo cono monetario no ha entrado en pleno vigor y las dificultades de las negociaciones con los billetes de bajo poder de compra siguen condicionadas y limitadas.
Los cajeros automáticos no han sido habilitados para los nuevos billetes y en las taquillas de los bancos existen restricciones para los retiros de efectivo, lo cual constituye una limitación importante para el normal desenvolvimiento de la actividad económica.
Vía: El Universal