Delegados del gobierno y de la oposición de Venezuela ya se encuentran en República Dominicana, invitados por el presidente Danilo Medina, para intentar emprender un diálogo que solucione la grave crisis política.
El alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez a su llegada a Dominicana expresaron la disposición del gobierno nacional al diálogo con la oposición.
«Traemos el mandato del presidente Maduro para que este proceso de diálogo cese el bloqueo brutal que los sectores funancieros tienen contra la patria venezolana. Esperamos que este proceso de diálogo conduzca a la consolidación de la paz», indicó Jorge Rodríguez.
Por su parte, la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente dijo que «hemos venido con la bandera de la paz. Estamos con la bandera del diálogo y la paz».
Tras protestas contra el presidente Nicolás Maduro que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio, las partes aceptaron el llamado de Medina y del exjefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a explorar negociaciones.
Los delegados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ya están en Dominicana, dijo a la AFP una fuente de la coalición opositora que pidió resguardar su nombre.
Entre ellos se encuentran Julio Borges -presidente del Parlamento de mayoría opositora-, los diputados Eudoro González y Luis Florido y los dirigentes Gustavo Velásquez y Timoteo Zambrano, quienes se reunirán con Medina.
Maduro delegó su representación en el dirigente Jorge Rodríguez, coordinador del equipo que participó en un fallido diálogo a fines de 2016.
Borges advirtió este miércoles que una diálogo formal solo será posible si Maduro cumple las exigencias planteadas por la MUD y si hay acompañamiento internacional.
«Reitero a Venezuela y al mundo que hoy no hay diálogo y no lo habrá hasta que se cumplan condiciones dichas en comunicado» de la MUD, escribió el diputado en Twitter.
Entre esas solicitudes el parlamentario enumeró un «cronograma electoral» que incluya las presidenciales de fines de 2018, la liberación de unos 590 «presos políticos», el «respeto» al Legislativo y el levantamiento de inhabilidades que impiden a opositores postular a cargos de elección popular.
«Sí va a haber diálogo», aseguró Maduro la noche del martes en una alocución televisiva.
El mandatario socialista celebró la decisión de la MUD y dijo que espera «cumpla la palabra empeñada ante la comunidad internacional de avanzar en la búsqueda de soluciones pacíficas».
Maduro enfrenta una fuerte presión internacional por denuncias de violaciones de derechos humanos en la contención de las manifestaciones, y a raíz de la instalación de una Asamblea Constituyente chavista que rige el país con poderes absolutos.
Tanto el gobierno como la MUD han manejado con discreción los detalles de su participación en las conversaciones.
El gobernante aclaró que debe ser «prudente» y que no ofrecía más información para que en «esta oportunidad fructifique el diálogo».
Debe estar el Vaticano
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, expresó el martes su «pleno apoyo» a la iniciativa, destacando que la crisis venezolana requiere una «solución política basada en el diálogo».
El papa Francisco había dicho el lunes que la ONU debía «hacerse oír para ayudar» a resolver la crisis venezolana, al expresar su preocupación por el «problema humanitario» derivado de la escasez de alimentos y medicinas.
«He hablado con personas, también en forma privada y muchas veces en el ángelus, buscando una salida, ofreciendo ayuda para salir. Parece que la cuestión es muy difícil», afirmó el Papa tras su visita a la vecina Colombia.
El Vaticano impulsó los acercamientos de 2016, que fracasaron en medio de acusaciones mutuas de incumplimiento de acuerdos.
El líder opositor Henrique Capriles, quien acusa a Rodríguez Zapatero de estar parcializado con el gobierno, afirmó la noche del martes que para que exista diálogo deben participar el Vaticano y al ONU.
El diputado Williams Dávila, de la Comisión de Política Exterior del Parlamento, aseguró a su vez a la AFP que la oposición definirá una agenda de negociación concreta para evitar que Maduro «use el diálogo para ganar tiempo».
Explorar condiciones
La MUD enfatizó que la cita con Medina será para «explorar» condiciones de negociación, y reiteró que esto pasa por atender con urgencia la crisis socioeconómica, agravada por una inflación que según el FMI escalará a 720% este año.
La invitación de Medina y Rodríguez Zapatero a «transitar un proceso de negociación y acuerdo político» fue saludado por los gobiernos de Francia y España, duros críticos de Maduro.
Madrid desconoce la Constituyente, mientras el presidente francés, Emmanuel Macrón, tildó a su homólogo venezolano de «dictador», al igual que Estados Unidos que impuso sanciones financieras a Caracas.
«No es suficiente que el gobierno venezolano exprese su deseo de mantener un diálogo con la oposición», dijo el ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, tras reunirse este miércoles en Madrid con su homólogo venezolano, Jorge Arreaza.