El incidente ocurrió en Rockford, un pequeño pueblo ubicado a unos 500 kilómetros de Seattle
Un estudiante armado mató a uno de sus compañeros e hirió a otros tres en su colegio en el noroeste de Estados Unidos en un caso que las autoridades sospechan está relacionado con ‘bullying’.
El incidente se registró este miércoles en la secundaria Freeman en Rockford, un pueblo de 500 personas en el condado de Spokane, a 460 km de Seattle (estado de Washington).
El joven, que fue detenido, asistió a la secundaria con dos armas, cuyo calibre no fue especificado.
«Vino a la escuela armado, entró a la escuela y procedió a sacar sus armas. En ese momento trató de disparar la primera pero se atascó», relató el sheriff Ozzie Knezovich en una rueda de prensa.
«Fue a la siguiente arma cuando otro estudiante fue hacia él, lo enfrentó y ese estudiante recibió un disparo; ese estudiante no sobrevivió. Luego efectuó más disparos por el corredor impactando a otros tres estudiantes que están en el hospital», continuó.
Al momento que llegaron las autoridades, el agresor estaba ya «desarmado», sin precisar cómo.
El hospital Providence Sacred Heart informó que los tres estudiantes heridos fueron allí atendidos y están fuera de peligro. Uno de ellos necesita una cirugía extra.
Las autoridades no revelaron la identidad del agresor, que está recluido en un centro de detención juvenil.
El estudiante Michael Harper, de 15 años, dijo al diario Spokeman Review que eran amigos: «Era extraño y amaba el programa ‘Breaking Bad'», pero «siempre fue simpático, cómico y extraño».
«Le había dicho a sus amigos que haría algo estúpido que podría matarlo o llevarlo a la cárcel», dijo otro alumno no identificado a la cadena KXLY. «Eso fue hace un par de semanas cuando comenzaron las clases».
Knezovich indicó que las investigaciones están en curso y por lo pronto pudo adelantar que «suena a que se trató a una situación de ‘bullying'».
«Es un evento aislado», insistió después en un mensaje para tranquilizar a la comunidad.
«Necesitamos entender qué está pasando en nuestra sociedad que estudiantes sienten la necesidad de tomar un arma para solucionar los problemas que están enfrentando», reparó.
Otras escuelas cercanas a la Freeman High School, que tiene 327 estudiantes, cerraron como medida de precaución después del tiroteo.
Un fuerte contingente de policías y bomberos respondió a la llamada de emergencia y tan pronto se conoció de la noticia, los padres comenzaron a acercarse desesperados al campus, mientras las autoridades hacían una revisión salón por salón del edificio.
Los estudiantes de las escuelas primaria y la de educación media, que están cerca, fueron liberados más temprano, según los reportes de prensa.
El gobernador Jay Inslee dijo en un comunicado que la noticia le «rompía el corazón».
«Las autoridades continúan su investigación para encontrar las respuestas a las preguntas que todos nos hacemos durante estas tragedias inimaginables».
Algunos estudiantes ya fueron interrogados por la policía
Cheryl Moser dijo a Spokesman que su hijo, en el primer año de preparatoria, la llamó desde su salón en el segundo piso después de escuchar los disparos.
«Me dijo: ‘mamá, hay disparos’. Sonaba tan aterrado, nunca lo había escuchado así. Nunca pensé que algo así pudiera pasar en una escuela pequeña», expresó.
Una supuesta estudiante de Freeman publicó en Twitter una foto en la que aparecen varios estudiantes sentados en el suelo. «En la primaria Freeman en este momento, soy una junior (11º grado), evacuada de la secundaria».
Mientras tanto, un «tirador activo» había sido arrestado el viernes pasado en una escuela en Columbus, capital del estado Ohio, sin que se reportaran heridos.
Un año atrás, un adolescente mató a su padre y luego hirió a dos niños y una maestra en untiroteo en una escuela primaria de Carolina del Sur.
Según el sitio Gun Violence, 253 tiroteos masivos se registraron en Estados Unidos en 2017, incluido el de este miércoles.
Vía: El Observador
