Hace tiempo que los payasos profesionales externaron su indignación con Eso tras argumentar que la adaptación está arruinando su trabajo.
Quizá Eso (It) ya figure entre los grandes éxitos taquilleros del 2017, pero esto no significa que todos hayan disfrutado de su estreno. No nos referimos a los puristas de la novela de Stephen King, sino a los payasos alrededor del mundo, quienes temen que su profesión pudiera verse afectada por el regreso de Pennywise.
En su momento, Stephen King respondió a la polémica asegurando que “Los payasos están enojados conmigo. Lo siento, la mayoría son geniales. PERO… los niños siempre han tenido miedo de los payasos. No maten al mensajero por el mensaje”.
Ahora el director Andy Muschietti hace lo propio tras ser cuestionado por TMZ [vía] sobre las molestias de estos artistas:
“Hay un payaso acosándome… eh, bueno, no acosándome. Para ser justos, es un buen tipo, pero ha estado preguntándome ‘¿por qué haría eso?’ y fui correcto al responderle ‘bueno, los niños temen a los payasos’. Creo que los payasos realmente se están beneficiando por la publicidad. El miedo a los payasos está regresando, pero hay payasos macabros como también los hay amables. Así que deberían pensar qué clase de payasos quieren ser, ¿no? Es decir, si espantan a los niños es porque son atemorizantes”.
Las preocupaciones de los payasos empezaron unos meses antes de Eso, pues varios artistas protestaban que su profesión apenas se normalizaba tras la ola de payasos tenebrosos que aquejó varios países del mundo. Sin embargo, Stephen King, Andy Muschietti, Bill Skarsgard y el eterno Tim Curry son los menos culpables por un miedo que se remonta varios siglos atrás.
Algunos estudiosos creen que la coulrofobia podría tener sus orígenes en la edad media [vía], con los bufones convertidos en un símbolo de “nuestra mortalidad, nuestra naturaleza humana y los irracionales, ridículos y pequeños que podemos ser”.
En el siglo XIX, el británico Joey Grimaldi ascendió como el primer payaso de la era moderna, con una sonrisa maquillada con la que ocultaba su depresión tras la muerte de su esposa y su hijo. Su contraparte francesa, Jean-Gaspard Deburau, mató a un chico que aparentemente le insultó en público.
Lo cierto es que el miedo por los payasos continuará con o sin Pennywise. Aunque suene extraño, algunos creen que ha llegado el momento de cambiar radicalmente la profesión y aprovechar estos temores en beneficios de un nuevo espectáculo tenebroso. Tal es el caso de Wrinkles, un payaso contratado para dar lecciones a los niños maleducados o Demonic Deville, especializado en escalofriantes fiestas infantiles.
Y quizá entonces, cuando hayamos enfrentado estos miedos, realmente dejaremos de temer a los payasos….
Vía: Cine Premiere