Estados Unidos concentrará sus recursos en 13 países con altos niveles de VIH pero que tengan la mejor posibilidad de controlar la epidemia de sida, según una estrategia revelada el martes.
El secretario de Estado Rex Tillerson presentó las prioridades del Plan de Emergencia para el alivio del sida, o PEPFAR por su sigla en inglés, un pilar de la asistencia estadounidense a la salud global, que financia el tratamiento del VIH/sida, exámenes y asesoramiento para millones de personas en todo el mundo.
El Gobierno del presidente Donald Trump había solicitado que el programa sufriera un recorte de 1.000 millones de dólares pero el Comité de Gastos del Senado votó la semana pasada en seguir financiándolo mayormente sin cambios en casi 6.000 millones de dólares.
“El Gobierno sigue profundamente comprometido en la respuesta global al VIH/sida y en demostrar claros resultados e impacto por cada dólar estadounidense gastado”, dijo Tillerson en el reporte enviado a los diferentes medios de comunicación y prensa.
No se reveló qué programas serían cortados, pero el Departamento de Estado enfatizó que continuará ofreciendo tratamiento a personas que ya lo recibían.
PEPFAR seguirá operando en más de 50 países. Sin embargo, para maximizar su impacto enfocará gran parte de sus esfuerzos en 13 naciones que están cerca de controlar la epidemia, el punto donde hay más muertes por año debido al sida que nuevas infecciones de VIH.
Esos países incluyen Kenia, Zambia, Tanzania, Uganda, Zimbabue, Malaui, Lesoto, Costa de Marfil, Botsuana, Namibia, Suazilandia, Haití y Ruanda. El trabajo se puede implementar en colaboración con el Fondo Mundial para la Lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, ONUSIDA y otros.
“Estamos realmente enfocados en avanzar en estos países para llegar a la meta, junto con comunidades y gobiernos”, dijo la embajadora Deborah Birx, coordinadora global sobre sida de Estados Unidos, en una entrevista telefónica.
Vía: el pais online