En torno a una pareja de cada cuatro sufren problemas de fertilidad; y, entre las principales causas, se encuentra el retraso de la maternidad. Las técnicas de reproducción asistida han avanzado mucho en las últimas décadas, pero debemos ser conscientes de que no son la panacea: de hecho, las mujeres menores de 35 años en la actualidad tienen solo un 32,2 % de posibilidades de quedarse embarazadas tras un ciclo de fecundación in vitro (FIV). Y esas probabilidades van disminuyendo de manera considerable con la edad: el porcentaje es del 27,7 % en mujeres de 35 a 37 años y del 20,8 % en aquellas que tienen 38 o 39.
Ahora, un equipo de científicos del Instituto Francis Crick, de Londres, ha descubierto un “gen maestro” que parece crucial para lograr el embarazo, un hallazgo que podría abrir las puertas a mejorar en el futuro los resultados obtenidos por esos tratamientos FIV. Asimismo, este estudio británico, publicado en la revista Nature, supone un avance a la hora de comprender la infertilidad y por qué tantos intentos de embarazo no evolucionan adecuadamente y terminan en un aborto espontáneo.
La investigación ha demostrado por primera vez que la edición de genes puede utilizarse en el estudio del comportamiento genético de los embriones humanos en sus primeros días de vida. De esta manera, el equipo descubrió que el gen POU5F1, que produce una proteína llamada OCT4, es crucial para que el embarazo sea viable.
Esta investigación no está exenta de controversia pese a haber sido autorizada por la Autoridad de Fertilización Humana y Embriología, ya que se basa en el empleo de una técnica similar a la utilizada en los llamados “bebés de diseño”, aquellos cuya herencia genética ha sido seleccionada empleando varias tecnologías reproductivas con el objetivo de lograr una óptima recombinación del material genético de sus progenitores. Como este tipo de experimentación requiere el uso de embriones humanos, no todo el mundo la ve con buenos ojos por las implicaciones éticas que conlleva. La nueva tecnología, llamada CRISPR-Cas9, busca conseguir, mediante la edición del ADN (cortando el defectuoso y sustituyéndolo por bueno), la reparación genética. Esta técnica en medicina está considerada el mayor avance científico del año 2015 y su principal objetivo es llegar a corregir mutaciones heredadas del padre, de la madre o de ambos y liberar a los bebés de enfermedades congénitas graves.
En cualquier caso, el equipo de Francis Crick asegura que su trabajo solo tiene como objetivo comprender las primeras etapas de la concepción. Y, de hecho, según los términos de esta investigación, los embriones humanos modificados deben ser destruidos transcurridos catorce días.
Investigaciones futuras
Durante este estudio se analizaron un total de 41 embriones humanos donados por pacientes de FIV. Para ello, los investigadores utilizaron la técnica CRISPR/Cas9 para realizar cortes precisos en el ADN y, así, bloquear la acción del gen POU5F1 y evitar que este produjera la proteína OCT4. Al desactivarla, constataron que parecía necesaria para que un embrióntermine convirtiéndose en blastocisto, una bola minúscula compuesta por aproximadamente 200 células que surge una semana después de que se haya producido la concepción y que marca un punto clave en el desarrollo del embrión.
Las posibilidades de que este embrión se implante en el útero materno depende de que alcance con éxito la etapa de blastocisto: y, según esta investigación británica, menos de una quinta parte de aquellos embriones a los que se desactivó la proteína OCT4 lo consiguieron.
La doctora Kathy Niakan es una de las científicas que ha liderado este estudio, y defiende que “una forma de averiguar lo que hace un gen en el embrión que está en desarrollo es ver qué sucede cuando dicho gen no funciona”. “Ahora hemos demostrado una manera eficiente de hacerlo, y esperamos que otros científicos lo utilicen para descubrir el papel que juegan otros genes”, añade.
También apunta a la posible mejora que podría conllevar en las tasas de éxito de la reproducción asistida este descubrimiento . “Si supiéramos qué genes clave necesitan los embriones para desarrollarse con éxito, podríamos mejorar los tratamientos de FIV y entender algunas causas de que no se produzca el embarazo”, concluye.
Vía: Noticia al Dia