Con una importante inversión fue atendida la institución educativa las cual cuenta con una matrícula de 500 niños y niñas quienes ahora podrán recibir sus clases de enseñanzas en mejores condiciones
María Guzmán
m.z24.guzman@gmail.com
Con una importante inversión que supera los veinticinco millones de bolívares nuevamente la “Fundación Hijos y Amigo de Tumeremo” enfila sus fuerzas hacia el sector educativo en la población de Tumeremo, municipio Sifontes del estado Bolívar, demostrando que cuando se quiere se puede, la primera escuela recuperada por esta institución que trabaja sin fines de lucro fue el mes de diciembre del 2015, faenas que también se ejecutaron recientemente en la UEE Las Tres Rosas y en esta oportunidad le tocó a la escuela La Caratica, ubicada en el sector con el mismo nombre.
En tal sentido, el director de la mencionada institución educativa, profesor Marcos Pinto, agradeció infinitamente esta obra realizada en el plantel por la “Fundación Hijos de Tumeremo”, la cual tiene 57 años de fundada, “no tengo palabras para expresar todo el agradecimiento que siento por haber pensado en nuestros espacios, mismo que fue recuperado en su infraestructura y áreas verdes”.
Asimismo el director dijo que el colegio llevaba varios años sin ser atendido, por lo que fue una bendición que agradeció al grupo de hombres y mujeres filantrópicos por tomarlos en cuenta, de esta manera los niños y niñas iniciaron su nuevo año escolar con unas instalaciones en mejores condiciones.
“Misión Cumplida”
De igual manera el abogado Ramón Sosa, presidente de la Fundación manifestó su emoción y agradecimiento en nombre de Dios por haber permitido ayudar, “podemos decir con orgullo, -misión cumplida- por tanto Hijos y Amigos de Tumeremo, honra a todos los que con su aporte o presencia hicieron posible que 500 niños y niñas de educación Inicial y Básica de la EB La Caratica pudieran iniciar sus actividades en unas mejores condiciones; así mismo honramos y agradecemos infinitamente a todos nuestros hermanos y amigos que por una razón u otra no pudieron estar presente en la actividad, pero estuvieron dándonos su fuerza moral, espiritual y económica para que este proyecto se cristalizara”.