El estadounidense Richard Thaler fue galardonado con el premio Nobel de Economía de 2017 por sus contribuciones en el campo de la Economía del Comportamiento, que muestra cómo los rasgos humanos afectan a mercados supuestamente racionales, dijo el lunes la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
Thaler dio relieve a la idea de los «empujones» en la economía, según la cual los humanos son conducidos sutilmente hacia comportamientos benéficos sin una coerción fuerte. El tema está presente en un libro de 2008 que coescribió y captó la atención de los encargados de políticas económicas de todo el mundo.
La Academia dijo que la investigación del estadounidense había aprovechado supuestos realistas en la psicología para el análisis de la toma de decisiones económicas, explorando las consecuencias de la racionalidad limitada, preferencias sociales y la falta de autocontrol.
«En su totalidad, las contribuciones de Richard Thaler han construido un puente entre los análisis económicos y los análisis psicológicos de la toma individual de decisiones», dijo el comité al anunciar el galardón de 9 millones de coronas suecas (1,1 millones de dólares).
«Sus hallazgos empíricos y conocimientos teóricos han sido decisivos en la creación de la nueva y creciente área de la economía conductual, que ha tenido un impacto profundo en muchas de las áreas de la investigación y políticas económicas».
El premio de economía, oficialmente denominado Premio Sveriges Riksbank de las Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel, fue establecido en 1968. El premio no formaba parte del grupo original de galardones que el magnate creador de la dinamita dejó escritos en su testamento de 1895.
Los investigadores estadounidenses representan casi la mitad de los laureados desde la creación del premio. De hecho, entre 2000 y 2013, académicos de ese país ganaron o compartieron el premio cada año.
Entre los ganadores del Nobel de Economía se pueden destacar a Milton Friedman, en 1976, cuyo trabajo es la base de la política monetaria actual, y a James Tobin en 1981, que propuso que los países deberían gravar las transacciones financieras.
Vía: swissinfo