Costa Rica intentaba salir este lunes de la devastación causada por el paso dela tormenta tropical Nate, que dejó 11 muertos en el país y provocó derrumbes, arrasó viviendas y dejó comunidades enteras aisladas.
Aunque los efectos de la tormenta se sintieron con mayor intensidad el miércoles y jueves pasados, gran parte del país permanece en alerta por el riesgo de que nuevas lluvias provoquen otras tragedias debido a la saturación de los suelos por los aguaceros del último mes, según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
“La magnitud de los daños que ha provocado la tormenta tropical Nate en toda la infraestructura vial del país es de proporciones titánicas“, advirtió el ministro de Obras Públicas y Transportes, Germán Valverde.
Valverde precisó que 177 rutas sufrieron daños en diversos puntos por derrumbes, que en algunos puntos obligaron a abrir trillos paralelos a la vía para acceder a comunidades que quedaron aisladas por la destrucción.
La tormenta dejó al menos 32 muertos en toda Centroamérica y el fin de semana tocó tierra en Estados Unidos con fuerza de huracán, aunque sus daños en ese país fueron menores a los esperados.
En Costa Rica, equipos de rescate intentan restablecer el transporte en las carreteras que continuaban bloqueadas para llevar ayuda a numerosas comunidades aisladas, mientras más de 7.000 personas permanecen en albergues.
El presidente Luis Guillermo Solís advirtió de las dificultades que han tenido las autoridades para alcanzar zonas incomunicadas por la persistencia del mal tiempo en partes del territorio.
“El efecto que ha tenido la tormenta tropical Nate ha sido devastador en el país, no es algo que puede atenderse con un poquito más de ayuda, se necesita mucho más ayuda”, declaró Solís el domingo en un acto público de recaudación de ayuda organizado por la empresa de comunicación Repretel.
“Hay inundaciones, hay deslaves, hay derrumbes todavía, abrimos calles y vuelven a caer los terraplenes. Llegamos con dificultad por vía aérea a lugares donde no podemos llegar por tierra, y se nos cierra el clima de nuevo”, lamentó.
Por su parte, el ministro de Haciendo, Helio Fallas, dijo que el gobierno gestionó donaciones por 450 millones de dólares en total del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Centroamericano de Integración Económica.
Adicionalmente, solicitó 30 millones de dólares en un préstamo del BID para reconstruir la infraestructura dañada.
En la localidad sureña de Palmar Norte, unas 200 personas permanecían en un albergue sin condiciones de regresar a sus casas, arrasadas por las lluvias y la crecida del río Térraba.
“Aquí siempre hemos tenido llenas (de río) pero nunca como ésta, todo el mundo perdió todo, nosotros perdimos la ropa, las camas, la comida, todo”, narró Xenia Guzmán, vecina de la comunidad austral de Palmar Sur, a la televisora Teletica.
Algunos especialistas calculan que al país le tomará un año en recuperar los daños dejados por la tormenta.
Con información de AFP