Angelina Jolie y Gwyneth Paltrow se sumaron ayer a las denuncias por hostigamiento contra el productor Harvey Weinstein, que ya había sido apartado de su productora; George Clooney y Ben Affleck también alzaron la voz
omo si se tratara del guión de esas películas de caída y redención que Hollywood ama producir y celebrar con premios, la debacle de Harvey Weinstein , cuya historia de décadas de acoso sexual fue objeto de una detallada investigación de The New York Times, parece no tener fin ni vuelta atrás. Ayer, a las documentadas denuncias de más de ocho mujeres que durante años sufrieron los abusivos avances del productor conocido -hasta ahora- por ser un agresivo promotor de sus películas, se sumaron otras voces reflejadas en una nota de la revista The New Yorker que lo denuncian por violación. Y, para que no queden dudas de que la redención no será parte de esta historia, Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie pusieron el último clavo en el ataúd de la reputación de Weinstein al contar en una nota publicada ayer en The New York Times que ellas también habían sido acosadas por el productor al comienzo de sus carreras. Según contó la actriz ganadora del Oscar por su papel en Shakespeare apasionado, el film producido por Weinstein que se llevó también la estatuilla a mejor película, a los 22 años y recién contratada por él como protagonista de Emma, el magnate la citó en su suite del hotel Peninsula en Beverly Hills, donde el productor la tocó y sugirió que fueran a la habitación para un masaje. «Era una nena. Me había contratado, estaba petrificada de miedo».
Si a la infame historia de Weinstein, cuyo pedido de disculpas público, la semana pasada, derivó en más denuncias y críticas de personalidades como las actrices Jessica Chastain, Meryl Streep, Lena Dunham, Judi Dench y, con inexcusable demora, actores como Ben Affleck, George Clooney y Matt Damon, las recientes declaraciones de Paltrow y Jolie al diario The New York Times completan un cuadro espeluznante sobre los abusos de poder en Hollywood.
Según Paltrow, después de que rechazó los avances de Weinstein le contó la situación a quien entonces era su novio, Brad Pitt. El actor, que confirmó ayer todo el relato al Times, confrontó a Weinstein, que le advirtió a Paltrow que no contara más nada de lo sucedido. Una experiencia similar a la vivió Angelina Jolie en los años noventa, como ella misma explicó en un mail que publicó ayer The New York Times.
«Tuve una mala experiencia con Harvey Weinstein en mi juventud y como consecuencia de ella elegí nunca volver a trabajar con él y advertir de lo que me había sucedido a quienes lo hacían. Este comportamiento hacia las mujeres en cualquier industria, en cualquier país, es inaceptable», concluyó Jolie.
Aunque las historias de abusos de Weinstein en Hollywood llevan décadas siendo un secreto a voces, hasta la publicación de los artículos del diario neoyorquino y la prestigiosa revista The New Yorker, cuya investigación fue encabezada por Ronan Farrow, hijo de Mia Farrow y Woody Allen, sus conductas eran toleradas por muchos e ignoradas por la mayoría como rumores maliciosos de quienes envidiaban el éxito de uno de los productores más reconocidos a la hora de imponer los ganadores de los Oscar. Y no sólo eso. Con sus considerables millones, Weinstein también tuvo durante años un activo papel en el Partido Demócrata como contribuyente de las campañas de Hillary Clinton y Barack Obama. De hecho, sus conexiones con el poder fueron tan fuertes y cercanas que Malia Obama, la hija mayor del ex presidente de los Estados Unidos, trabajó el año pasado como pasante de la productora The Weinstein Company.
De todos modos, ahora parecen haberse terminado los pactos de silencio y la intrincada red de complicidades que marcaron la pauta de las interacciones del productor en Hollywood por años. Cada vez más mujeres obligadas a callar por acuerdos legales o amenazadas con la destrucción de sus carreras aportan sus vivencias. Rosanna Arquette contó su historia en el artículo de The New York Times, mientras que la actriz y directora italiana Asia Argento fue una de las trece mujeres que hablaron de los abusos de Weinstein en la nota de The New Yorker.
«En el transcurso de una investigación de diez meses trece mujeres relataron que fueron acosadas o abusadas sexualmente entre los años 90 y 2015 por Harvey Weinstein. Tres mujeres-entre ellas Argento y la ex aspirante a actriz Lucia Evans- contaron que Weinstein las violó», escribió Farrow en el artículo de la revista que se conoció ayer. Allí, se detallan los abusos y la humillación a los que Argento fue sometida durante años y cómo, en un intento de contar su historia a pesar del temor que Weinstein le inspiraba desde que abusó de ella, a los 21 años, la artista incluyó en su film de 2000 Diva escarlata(exhibido en el Festival de Mar del Plata de 2001) una escena en la que una actriz, interpretada por ella misma, era acosada por un productor muy similar a Weinstein. La única diferencia: «En la película que escribí logré escapar», explicó Argento en una serie de entrevistas que concedió a The New Yorker.
Todas las voces
A partir de la catarata de denuncias y relatos de horror de las mujeres abusadas e intimidadas por el productor que se acumularon luego de la nota publicada en The New York Times durante el fin de semana pasado, una pregunta empezaba a repetirse: ¿dónde están las declaraciones de solidaridad de las grandes estrellas masculinas?
La respuesta es bastante compleja. Es que parece que cuando se trata de un caso de abuso y violencia de género serial las únicas que los medios de Estados Unidos buscaban para que dieran su opinión o contaran sus experiencias en Hollywood eran mujeres. Como si la indignación también fuera una cuestión de género. Claro que apenas esa nueva desigualdad se puso de manifiesto surgieron otras hipótesis más oscuras sobre el silencio de los actores. Según escribió Sharon Waxman, ex periodista de The New York Times, en The Wrap, un sitio especializado en Hollywood, en sus tiempos en el diario Russell Crowe y Matt Damon habrían intercedido personalmente para que no se publicara una investigación de 2004 hecha por ella en la que destapaba parte de la conducta sexual de Weinstein ahora revelada. La explosiva declaración de Waxman no sólo puso en cuestión al mismo diario que inició la investigación, sino que también sugirió que algunos actores eran culpables de complicidad y no sólo estaban pecando por omisión.
Damon respondió a la acusación de Waxman en declaraciones al sitio Deadline. «Sí llamé a Waxman en aquel tiempo, pero no con intenciones de que no publicara el artículo. Harvey me dijo: «Sharon Waxman está escribiendo un artículo sobre Fabrizio [ejecutivo de la productora al que se acusaba de ser el organizador y facilitador de los encuentros sexuales de Weinstein] y es muy negativo. ¿Podés llamarla para contarle cómo fue tu experiencia trabajando con él?»», recordó el actor. Y luego continuó: «Así que la llamé y le conté eso… estoy seguro de que mencioné que no sabía nada del resto de lo que ella estaba escribiendo porque realmente no sabía nada. Y aun no sé nada sobre eso y Fabrizio. Mi experiencia con él fue una relación de trabajo legítima y eso fue lo que le dije», explicó Damon, que trabajó con el productor en El talentoso Sr. Ripley y cuya carrera despegó gracias al film En busca del destino, producido por Miramax, la empresa que en aquel tiempo era propiedad de Weinstein. Según Damon -algo que también afirmaron Meryl Streep y Judi Dench-, él no sabía de los abusos del productor y no es cierto que todo el mundo en Hollywood los conociera.
Lo mismo afirmaron Ben Affleck y George Clooney, dos de las estrellas masculinas más influyentes de la industria del cine que consiguieron los papeles que los hicieron famosos en producciones de Weinstein. Ambos repudiaron el comportamiento del productor, y aunque en sus declaraciones al sitio The Daily Beast Clooney dijo que no había sido testigo de conductas abusivas sí admitió que había escuchado rumores respecto de las relaciones de Weinstein con varias actrices. «Mucha gente que conozco decía cosas como «Harvey está persiguiendo chicas», pero esto es diferente. Esto es acoso. Y se puede argumentar que todos somos cómplices de eso. Y no sólo en Hollywood. Se podría decir que cada vez que ves que alguien está usando su poder e influencia para aprovecharse de otra persona y no decís nada sos su cómplice. De eso no hay duda.»
Las voces del escándalo
Actrices y personalidades condenaron las prácticas abusivas de uno de los productores más importantes del cine
Angelina Jolie: «Tuve una mala experiencia con Weinstein en mi juventud y decidí no trabajar más con él».
Hillary Clinton: «Me shockearon e impresionaron las revelaciones sobre Harvey Weinstein»
Lena Dunham: «Ahora es tiempo de escuchar y aprender y no de juzgar a mujeres que fueron abusadas».
Asia Argento: «Cuando lo veo me hace sentir pequeña, estúpida y débil. Después de violarme, él ganó».
Jessica Chastain: «Me advirtieron desde el comienzo. Las historias circulaban por todas partes.»
Vía: La Nación