Daphne Caruana Galizia murió por la explosión de su auto; había participado de la investigación que salpicó al premier Muscat
A VALETA, Malta.- La periodista maltesa Daphne Caruana Galizia, que había liderado la investigación de los Panamá Papers en su país y acusado de corrupción al gobierno, murió anteayer por la explosión de su auto, en un asesinato que generó conmoción en Europa.
Caruana Galizia, de 53 años, había salido de su casa en el pueblo de Mosta, ubicado en las afueras de La Valeta, capital de Malta, cuando la bomba explotó. Los restos calcinados del vehículo quedaron en un campo cercano.
El primer ministro maltés, Joseph Muscat, calificó el asesinato como un acto de «barbarie» y dijo que representaba un ataque contra la libertad de expresión. «Todos conocen a Caruana Galizia como una dura crítica contra mi persona, tanto política como personal, pero nada justifica este salvaje acto, de ningún modo», expresó.
El premier también instó a la unidad nacional y subrayó que todos tienen derecho a escribir y decir lo que quieran en este pequeño país insular en el mar Mediterráneo. «No descansaré hasta que se haga justicia», añadió.
El incidente ocurrió apenas 25 minutos después de que la periodista escribió un posten su blog Running Commentary, en el que tildaba de «ladrón» al jefe de gabinete de Muscat, Keith Schembri.
La muerte de la periodista ocurrió cuatro meses después de que el Partido Laborista de Muscat logró una victoria rotunda en las elecciones generales que él había convocado, a raíz de una serie de escándalos en la que estaba implicado su círculo más cercano.
Muscat, primer ministro desde 2013, adelantó un año las elecciones después de que su ministro de Energía, Konrad Mizz, Schembri e incluso su esposa fueron acusados de tener cuentas en paraísos fiscales a raíz de la divulgación de los llamados Panamá Papers. En la investigación, Caruana Galizia tuvo especial importancia.
Ayer, el hijo de la periodista acusó al gobierno maltés de complicidad en su muerte. «Ustedes son cómplices, son responsables», dijo en Facebook Matthew Caruana Galizia, miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
«No olvidaré jamás cómo corrí alrededor de las llamas en un campo intentando abrir la puerta mientras seguía sonando la bocina […] Miré el suelo y había restos de mi madre por todas partes -contó Matthew-. Esto no fue un homicidio cualquiera y no fue una tragedia. Trágico es cuando alguien es atropellado por un ómnibus. Cuando hay sangre y fuego a tu alrededor, eso es guerra. […] Somos un pueblo en guerra contra el Estado y el crimen organizado, que ya no se distinguen uno del otro.»
Por su parte, la Comisión Europea (CE) dijo estar «horrorizada» por el asesinato de la periodista. «Es un acto escandaloso», dijo el vocero Margaritis Schinas, en nombre de la institución. «Lo que ahora cuenta es que se haga justicia», agregó.
Miles de personas se congregaron ayer delante del tribunal de La Valeta para reclamar justicia.
La periodista asesinada era columnista habitual en el diario The Malta Independent, donde escribía dos veces por semana desde 1996. Su blog, Running Commentary, era muy seguido en Malta.
A principios de año, el prestigioso sitio web norteamericano Politico situó a Caruana Galizia entre las «28 personalidades que cambiarán al mundo en 2017». La describió como un «WikiLeaks entero en una sola mujer, que emprendió una cruzada contra la falta de transparencia y la corrupción en Malta».
Anteayer, el creador de WikiLeaks, Julian Assange, ofreció en Twitter una recompensa de 20.000 dólares por quien brinde información sobre el asesinato.
En tanto, la familia de la víctima solicitó a la Suprema Corte de Malta que reemplace a la jueza Consuelo Serrín Herrera, asignada a la investigación de la muerte de la periodista, por haber iniciado procedimientos legales en su contra respecto de los comentarios que había escrito. Durante muchos años, la periodista fue una dura crítica del Partido Laboral de Malta y del gobierno. Recientemente, había extendido sus comentarios críticos para incluir al opositor Partido Nacionalista.
Vía: La Nación