La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicó un informe en el que arroja que para el futuro se espera el crecimiento de las desigualdades entre las personas mayores.
El informe apunta que esto se debe al envejecimiento rápido de la población, así como los recorridos profesionales «irregulares» de las nuevas generaciones.
En el reporte, la OCDE explicó que los nacidos a partir de los años 1960 ya no experimentarán un aumento de sus ingresos medios respecto a anteriores generaciones, como ocurría en la mayoría de países en las últimas décadas.
La inestabilidad de la vida laboral, lo que conlleva a períodos de desempleo, señalan que influirá negativamente en las pensiones, en especial de las personas con menor nivel educativo.
Además, el sistema de pensiones va a estar sometido a una presión superior por la aceleración del envejecimiento, ilustrada por la llamada tasa de dependencia.
«En 1980 había 20,5 personas de media en la OCDE mayores de 65 años por cada 100 en plena edad laboral (de 20 a 64 años), una proporción que subió a 28 en 2015 y que debería elevarse a 53,2 en 2050».
Japón, que ya es ahora el país con mayor tasa de dependencia, con un 47%, seguido por Italia (37,9%), Grecia (36,1%) y Finlandia (36,1%), lo seguirá siendo a mediados de siglo, con un 77,4%.
En segunda posición se situará España con un 75,5%, y luego vendrán Italia (73,9 %), Portugal (72%), Corea del Sur (71,8%) y Grecia (71,6%).
La OCDE constata que las desigualdades en los ingresos se elevan con las nuevas generaciones, mientras que hasta ahora sus condiciones económicas mejoraban globalmente.