El Gobierno central de España anunció el jueves que suspenderá la autonomía de Cataluña e impondrá un control directo, después de que el líder de la región amenazó con seguir adelante con una declaración formal de independencia si Madrid se niega a dialogar.
En una decisión sin precedentes desde el regreso de España a la democracia a fines de los años 70, el presidente Mariano Rajoy dijo que celebrará el sábado una sesión extraordinaria del consejo de ministros para iniciar los trámites que llevarían a una intervención prevista en la Constitución.
“El Gobierno de España continuará con los trámites previstos en el artículo 155 de la Constitución para restaurar la legalidad en el autogobierno de Cataluña”, dijo el Ejecutivo central en un comunicado, en referencia a la disposición que permite suspender la autonomía.
La oposición socialista mostró su apoyo al gobierno de centroderecha, pero sugirió que las medidas deben estar limitadas en su alcance y tiempo.
El anuncio se produjo minutos después de que el presidente catalán, Carles Puigdemont, no atendió al ultimátum de las 10.00 hora local (0800 GMT) y amenazó con votar en el Parlamento regional una declaración formal de independencia.
El enfrentamiento elevó la incertidumbre sobre una crisis política que dura ya un mes y que hace temer a un aumento de los conflictos sociales. La cuarta mayor economía de la zona euro ya rebajó sus previsiones de crecimiento y la tensión agitó al euro.
“Si el Gobierno del Estado persiste en impedir el diálogo y continuar con la represión, el Parlament de Cataluña podrá proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaración formal de independencia que no votó el 10 de octubre”, dijo Puigdemont en una carta enviada a Rajoy.
El Ejecutivo español sostuvo que las medidas que aprobará el sábado, y que deberán ser refrendadas en el Senado, estarán consensuadas con otros partidos políticos y buscarán “proteger el interés general de los españoles y restaurar el orden constitucional”.