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domingo, noviembre 24, 2024

UE acuerda preparar negociación sobre futura relación con Reino Unido

Tres áreas prioritarias de la primera etapa de negociación para la salida de Reino Unido: la situación en Irlanda del Norte, los derechos de los ciudadanos británicos en la UE y viceversa, y el acuerdo financiero de salida.

Los líderes de la Unión Europea, salvo Reino Unido, acordaron este viernes comenzar a preparar a nivel interno la segunda fase de las negociaciones del la salida británica del bloque comunitario (Brexit), en la que se fijará la relación futura entre ambas partes, pese a que no hay progresos suficientes para pasar ya a esta etapa.

«Adoptadas las conclusiones sobre el Brexit. Luz verde de los líderes para las preparaciones internas de la UE a 27 para la segunda fase», dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un mensaje en la red social Twitter, informó Efe.

Los líderes de la Unión Europea (UE) dedicaron apenas unos minutos de su segunda jornada de la cumbre, que se celebró ayer y hoy en Bruselas, a adoptar sus conclusiones sobre las negociaciones del Brexit, después de que la primera ministra británica, Theresa May, les informase ayer sobre su postura con respecto a las mismas.

Los jefes de Estado y de Gobierno se han ajustado a lo previsto por el negociador jefe de la Comisión Europea, Michel Barnier, quien tras la última ronda de negociación entre ambas partes, concluida el 12 de octubre, afirmó que no podía recomendar a los países pasar ya a la segunda etapa de la negociación puesto que los avances en la primera fase no son suficientes.

En sus conclusiones, los líderes reconocen que se han hecho «progresos» hasta ahora pero piden «seguir trabajando para consolidar la convergencia conseguida» para poder pasar a la segunda fase «tan pronto como sea posible».

Los Veintisiete se comprometen a volver a evaluar la situación en la cumbre de diciembre para «determinar si se han logrado progresos suficientes» en cada una de las tres áreas prioritarias de la primera etapa de negociación: la situación en Irlanda del Norte, los derechos de los ciudadanos británicos en la UE y viceversa, y el acuerdo financiero de salida.

Si este es el caso, explican, adoptaran nuevas guías negociadoras en relación al «marco para la futura relación y los posibles acuerdos transitorios»; es decir, los que se aplicarían desde el momento de la salida de Reino Unido, prevista para marzo de 2019, hasta la entrada en vigor de un nuevo acuerdo de asociación.

En este contexto, los líderes han pedido al Consejo -sus ministros- y a Barnier «empezar las discusiones preparatorias internas».

Con respecto al estado actual de la negociación, los líderes valoran los progresos conseguidos en materia de derechos de los ciudadanos e insisten en el papel del Tribunal de Justicia de la Unión Europea para garantizar que estos quedan protegidos, uno de los puntos más conflictivos para Reino Unido, que pone en entredicho el rol de esa corte en el futuro.

Sobre el punto más conflictivo hasta ahora, el acuerdo financiero de salida, los Veintisiete recuerdan que Reino Unido ha afirmado que «honrará sus obligaciones financieras» adquiridas como miembro, pero que «esto no se ha traducido en un compromiso firme y concreto».

Los líderes reconocen también «algunos progresos» sobre la situación de Irlanda del Norte en lo que se refiere a la protección del Acuerdo del Viernes Santo, pero insisten en que debe evitarse crear una «frontera estricta» entre esta región de Reino Unido y la República de Irlanda y piden a Londres que se comprometa a encontrar soluciones «imaginativas y flexibles» para ello.

La primera ministra británica, Theresa May, reconoció hoy que las negociaciones del Brexit, la salida de su país de la Unión Europea (UE), «aún tienen camino que recorrer», pero se mostró optimista sobre los resultados.

«Soy ambiciosa y positiva sobre el futuro de Reino Unido y respecto de estas negociaciones, pero sé que tenemos camino por recorrer», añadió en una conferencia de prensa en Bruselas al término de su participación en la cumbre del bloque. «Tenemos que trabajar juntos para llegar a un resultado que podamos respaldar y que funcione para toda nuestra gente».

Pese a ello, May subrayó que aunque está trabajando a favor de «un buen acuerdo», «sería irresponsable» no tener en cuenta «todas las eventualidades» posibles, inclusive que las conversaciones fracasen.

Reino Unido debe abandonar la UE a finales de marzo de 2019 pero las negociaciones para regular su salida han avanzado muy poco estos meses.

Los derechos de los ciudadanos tienen la mayor prioridad para ella, dijo May, y añadió que Londres y la UE coinciden en que no puede haber infraestructuras físicas en la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte. Respecto de la factura que debería pagar Reino Unido al salir del bloque, la primera ministra no hizo en cambio ninguna promesa en la cumbre.

«Cumpliremos con las obligaciones que asumimos mientras fuimos miembros. Las analizaremos punto por punto», se limitó a decir la dirigente a la prensa.

Las declaraciones de May en la cumbre fueron criticadas por el populista de derechas británico Nigel Farage. «En la actualidad, Reino Unido es como un ratón y la UE como un gato», aseguró el eurodiputado y ex líder del partido euroescéptico UKIP. May vino a Bruselas a rogar por concesiones, sostuvo.

El discurso de May ante el resto de jefes de Estado y de Gobierno el jueves por la noche fue considerado por los demás dirigentes como positivo y constructivo. Los participantes se mostraron seguros de que en diciembre puede haber por fin avances decisivos.

La UE considera que tiene que haber acuerdos fundamentales primero sobre la factura de Reino Unido y el futuro de los ciudadanos europeos que viven en las islas antes de empezar a hablar sobre las futuras relaciones entre ambas partes. Londres cree al contrario que hay que abordar ya esta cuestión.

 

 

 

Vía: El Universal

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