El presidente brasileño, Michel Temer, admitió hoy que sus médicos le diagnosticaron una obstrucción parcial en la arteria coronaria pero aclaró que ese problema no le impide ejercer sus funciones normalmente y que por ahora no necesita someterse a una operación.
EFE
“Me diagnosticaron una obstrucción parcial que es común. Veo a muchas personas que tiene esa obstrucción y viven normalmente”, aseguró el jefe de Estado en una entrevista que le concedió este viernes al portal de informaciones políticas “Poder 360”.
El mandatario confirmó el problema una semana después de que el Gobierno asegurara que Temer, de 77 años, “goza de buena salud”, en una aclaración con la que salió al paso a versiones de prensa según las cuales los médicos le habían recomendado que se sometiera a un posible cateterismo.
El gobernante afirmó en la entrevista que los médicos le recomendaron por ahora usar “aspirina infantil” para mejorar el flujo de la sangre y someterse periódicamente a exámenes para medir la obstrucción.
“Me dijeron que en caso de que la obstrucción aumente tengo que hacer un cateterismo”, dijo.
Temer agregó que “nunca” tuvo “miedo” de someterse a intervenciones quirúrgicas delicadas.
De acuerdo con versiones de prensa, en caso de que el cateterismo fuese necesario en este momento, Temer le dijo a sus asesores que tan sólo lo haría después de que la Cámara de Diputados decida si autoriza a la Corte Suprema a llevarlo a un juicio penal por supuesta corrupción.
El presidente fue acusado por la Fiscalía General de obstrucción a la justicia y asociación ilícita, pero el Tribunal Supremo sólo podrá analizar el caso si así lo autoriza el pleno de los diputados, con una mayoría calificada de dos tercios, que representan 342 votos.
La Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja aprobó el pasado miércoles por amplia mayoría un informe que recomienda que las acusaciones sean archivadas, pero la votación definitiva del pleno está prevista para el próximo miércoles.
Nota tomada de lapatilla.com