El cadáver de un hombre fue hallado en Plaza Venezuela, presentaba heridas por arma blanca
“El arma que llevaba era de juguete”, dijeron ayer familiares de Michel Ochoa, ultimado el jueves en la mañana luego de cometer un asalto en el restaurante Los Pilones del Este, situado en la avenida principal de Las Mercedes.
Ochoa, de 17 años de edad, fue baleado en las adyacencias del establecimiento por un funcionario policial adscrito a la División General de Contrainteligencia Militar, que accionó su arma de fuego.
“Sabemos que cometía un delito y merecía su castigo en la cárcel, no con la muerte. Ese funcionario nunca le dio la voz de alto, sacó su arma y lo mató”, dijeron parientes, que no quisieron identificarse. Denunciaron que el cuerpo presentó un disparo en la espalda.
Michel Ochoa no estudiaba ni trabajaba. Vivía con sus padres en el sector Cerro Grande, en El Valle, y era el segundo de tres hermanos. “Él andaba en sus cosas, pero ayudaba a sus viejitos”, dijeron.
En otro hecho fue hallado el cadáver de Edward Jiménez, de 35 años de edad, por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas en Plaza Venezuela. La víctima tenía varias heridas en el cuerpo causadas por un puñal. Era oriunda del estado Guárico. Sus padres y hermanos desconocían en qué parte de Caracas vivía, si tenía pareja o hijos, mucho menos sabían detalles del tipo de trabajo que realizaba para mantenerse.
Petare
En el barrio San Blas de Petare fue ultimado José García, de 28 años de edad. A la residencia del hombre ingresaron funcionarios de la policía judicial el viernes a las 9:00 de la noche, que le dispararon y alegaron enfrentamiento. La víctima dejó huérfanos a dos hijos menores.
Vía: El Nacional