El paludismo o malaria hace estragos en parroquias como Pozo Verde o Yocoima, y ahora se expandió en todas las zonas rurales y urbanas de municipio Caroní, lo que hace necesario declarar la zona en emergencia sanitaria, para tomar medidas que alivien en sufrimiento de los ciudadanos, asegura Wilson Castro, coordinador de Gente de Guayana.
“Tenemos reportes de fallecidos tanto en zonas rurales, como urbanas. Recorriendo sectores como El Platanal, en la comunidad de Inés Romero confirmamos que al menos en la mitad de los hogares hay una o más personas con síntomas de paludismo”.
Castro detalla que la escasez de tratamiento para la enfermedad es uno de los principales problemas que enfrentan quienes la padecen, que deben acudir a los centros asistenciales varios días y hacer horas de cola para recibir solo una parte de las medicinas. El resto de los fármacos deben comprarlos a los bachaqueros, que venden cada dosis hasta en 100 mil bolívares.
Añade que la situación empeora porque en los sectores populares deben lidiar con fallas el colapso de las tuberías de aguas servidas y montañas de basura por doquier, además del colapso de todos los servicios públicos.
Evitar el sufrimiento
Castro recuerda que junto a integrantes de Gente de Guayana visitaron en varias oportunidades las instalaciones de epidemiologia, constatando la falta de atención a la que está sometida la población. “Muchas de estas instalaciones están cerradas, o no tienen los recursos necesarios para hacer fumigaciones, y mucho menos para desarrollar jornadas preventivas”.
El dirigente opositor suplica a las autoridades que se active un cerco epidemiológico eficiente en todo el municipio Caroní y que se tomen medidas efectivas para evitar el sufrimiento de quienes padecen esta patología. Prensa Gente de Guayana