Inversionistas de la industria automotriz de China han manifestado su interés en invertir en la planta de General Motors (GM), ubicada en Valencia, para ponerla operativa, manifestó Pedro Palomo, representante legal de la empresa concesionaria que le ganó una demanda a la transnacional con sentencia definitiva del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), razón por lo que los accionistas estadounidenses decidieron abandonar Venezuela.
“Estamos empeñados en la reactivación de esa planta, por eso el señor Kaled Kansao, accionistas de Automotriz Latina que mantiene la titularidad de la planta, según sentencia del TSJ, está en China en conversaciones con inversionistas interesados en operar esa industria”, remarcó Palomo en visita al Correo del Orinoco.
El vocero aseguró que la firma Centro Mercantil es la actual dueña de las instalaciones de GM, producto de las seis sentencias del Tribunal Supremo de Justicia dictadas desde el año 2000 hasta mayo 2017 y más de 25 sentencias de Tribunales de la República, las cuales la GM no acató y su directiva se dio a la fuga del país, dejando en indefensión a sus trabajadores.
El abogado aseguró que los nuevos dueños de esas instalaciones garantizan los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras de la empresa GM, tal como lo establece la sentencia de avocamiento de fecha 25 de abril de 2016 en el numeral tres de la decisión.
PROTECCIÓN LABORAL
Desde el 19 de abril de 2017, fecha en que los directivos de la estadounidense abandonaron las instalaciones en Valencia, los trabajadores que antes laboraban para la GM, vienen realizando labores de mantenimiento a la planta con la finalidad de mantenerla “en optimas condiciones”, aseveró Adán Tortolero, miembro de uno de los sindicatos que hacen vida en la planta.
“Nuestro sindicato representa a la mayoría de los trabajadores que laboran en la empresa y estamos de acuerdo con las gestiones que está efectuando el nuevo accionista para reactivar esa industria”, aseveró Tortolero en una comunicación enviada por correo electrónico.
El vocero laboral rechazó, en nombre del sindicato, cualquier declaración que vaya en detrimento de la clase trabajadora y del objetivo de poner a producir esa industria, porque estas lo hacen es contribuir a la guerra económica.
La actual gestión de venta de la planta y su reactivación inmediata por una empresa transnacional de un país asiático que manifestó alto interés en la planta ensambladora y con disposición para la inversión en nuestro país. Dichas declaraciones sabotean severamente la reactivación de la industria automotriz y la inversión extranjera y privada en contra de las vidas de los trabajadores y la economía nacional .
Tortolero solicitó el apoyo del Gobierno Nacional y estatal, de manera que los inversionistas extranjeros que desean inyectar capital a esa empresa para reanudar operaciones, encuentren un ambiente propicio para desarrollar el proyecto.
Vía: Correo del Orinoco