La Osteoporosis es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo, y afecta a 1 de cada 3 mujeres entre 60 y 70 años.
María Elena Torresani, experta en nutrición y directora de la carrera de Especialistas en Nutrición Clínica de la Universidad de Buenos Aires, aseguró que esta enfermedad «es una de las más comunes en la población femenina posmenopáusica».
«También están en riesgo de padecer la enfermedad aquellas personas que son muy delgadas, las que toman durante largos periodos determinados tipos de fármacos, como los glucocorticoides», explicó.
Diversos especialistas sostienen que la mejor forma de prevenir esta enfermedad es el cuidado de la salud ósea a lo largo de la vida. Recomiendan tener un hábito específico como ingerir, en promedio, 1000 mg de calcio y 600 ui de vitamina D durante la adultez.
Por su parte, la directora de los cursos de posgrado de nutrición de la Universidad Favaloro, Mónica Katz, advirtió que «limitar la ingesta de calorías y acotar la diversidad de la dieta con el fin de bajar de peso voluntariamente es un comportamiento que pone en riesgo la salud ósea».
La osteoporosis es una afección silenciosa que no suele presentar síntomas. Las manifestaciones clínicas se presentan en etapas avanzadas y, en muchos casos, su diagnóstico es tardío.
Detección oportuna
Los principales síntomas son los dolores óseos (particularmente en la zona lumbar), fracturas por impactos leves y reducción de la estatura a causa de colapsos de las vértebras de la columna.
En este sentido, los doctores aconsejan realizar estudios de control (densitometría, TBS y análisis de laboratorio específicos) para lograr detectarla a tiempo y encarar el tratamiento oportunamente.
Inclusión de lácteos en la dieta
Si bien muchos alimentos contienen calcio, los productos lácteos son la fuente más sustancial. La incorporación a la dieta diaria de yogures (preferentemente fortificados), leche y quesos (descremados y de bajo contenido en sodio) son una medida sencilla y altamente costo efectiva para el cuidado de los huesos.
Los médicos advierten que una vida vegana puede conllevar al déficit de calcio y vitamina D (ambos nutrientes críticos para la salud ósea).
«Es importante consumir una dieta balanceada que incluya alimentos con suficientes cantidades de calcio y vitamina D. Además, mantener un programa habitual de ejercicios ayudará a mantener los huesos fuertes», recomendó Torresani.
Nota tomada de globovision.com