La zona baja de Manhattan se sumió en el caos en plena festividad de Halloween, después de que una furgoneta arrollara a varias personas que circulaban por un carril bici muy concurrido en el barrio de Tribeca. Hay de momento ocho muertos y 15 heridos. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, afirmó que se trataba de «un acto de terror cobarde» y pidió a los neoyorquinos que se mantuvieran en alerta, aunque de momento se considera el ataque ataque de un lobo solitario y no parte de una operación terrorista más amplia. Según numerosos medios estadounidenses, el sospechoso es Sayfullo Saipov, un hombre de 29 años procedente de Uzbequistán y residente desde 2010 en Tampa (Florida).
El incidente tuvo lugar en la intersección de las calles West y Chambers pasadas las tres de la tarde, hora local de Nueva York. El número de fallecidos podría incrementarse, teniendo en cuanto la cantidad de heridos. La policía de Nueva York tiene al conductor bajo custodia y atendido en un hospital cercano.
“Un vehículo entró en el carril bici y peatonal y atropelló a varias personas en el camino. Hay varias víctimas mortales y numerosas personas heridas. El vehículo continuó por el camino en dirección sur hasta chocar con otro vehículo. El sospechoso salió de la furgoneta con armas falsas y fue disparado por la policía”, explicó en varios tuits el departamento. Fuentes de las fuerzas de seguridad citadas por The New York Times señalaron que el individuo dejó el vehículo al grito de «Allhu Akbar» (Dios es grande, en árabe).
Los testigos hablan de que se escucharon varios disparos. Las circunstancias del incidente no estaban claras. Como medida de precaución, se cortó el tráfico en la zona y los colegios se cerraron con los estudiantes en el interior. El lugar del incidente se encuentra a muy pocas manzanas del ayuntamiento de Nueva York y del World Trade Center.
En la zona se encontraba Roberto Crivello, llevaba dos horas esperando a su hija de siete años, que está en el interior del colegio público Independence, uno de los más reconocidos en la ciudad. «Asusta que pase esto tan cerca del colegio de mi hija», dijo a El País. Tawhid kabir, estudiante, se encontraba sobre el puente que cruza la West Side Highway en el momento del incidente y dice que vio al conductor por la calle como si andara perdido y llevaba dos cosas en la mano que parecían armas. Después se oyeron los disparos.
El relato de los transeuntes da muestras del pánico que se vivió. Otro testigo afirmó al canal local NY1 que vio al sospechoso corriendo alrededor de una intersección, escuchó cinco o seis disparos y vio a unos “100 policías” ocupar los alrededores. “Vi que tenía algo en su mano, pero no sabía lo que era. Dijeron que era una pistola. La policía le disparó, todo el mundo empezó a correr y se convirtió en una locura. Miré de nuevo y el tipo ya estaba en el suelo”, explicó.
El alcalde Bill de Blasio se dirige a la zona y ofrecerá una rueda de prensa a las 5.15 de la tarde. El presidente de EE UU, Donald Trump, está recibiendo información actualizada de los hechos, según la Casa Blanca. «Parece que ha habido otro ataque por parte de una persona muy enferma y trastornada. Las fuerzas de seguridadn están siguiendo esto de cerca. ¡No en estos Estados Unidos!», escribió en Twitter.
El suceso guarda similitudes con el que tuvo lugar el pasado mayo, cuando un conductor atropelló en Times Square, el epicentro turístico de Nueva York, a un total de 23 personas -una de ellas falleció-, pero no se trató de un acto terrorista.
El acto de Nueva York es el último de un patrón promocionado por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) desde hace dos años y que consiste en utilizar vehículos como armas mortales, aunque aún se desconoce si el conductor de este martes tiene algún lazo con el grupo. El pasado agosto, un joven terrorista realizó un atropello similar provocando 13 muertos y más de 100 heridos en La Rambla de Barcelona (España). En diciembre de 2016, otro terrorista tunecino empotró un camión contra un mercado navideño en Berlín (Alemania), matando a 12 personas e hiriendo a otras 56. En julio de ese año, otro tunecino afiliado a ISIS mató a 86 personas en el paseo marítimo de Niza (Francia) al arrollar a centenares de personas con un tráiler.