Una de las preguntas de los estudiantes se basó en la existencia de protocolos ante un posible encuentro con vida extraterrestre a lo que respondió con asombro
Diez estudiantes del Instituto María Montessori en San Cristóbal, lograron hacer 14 preguntas al astronauta Joe Acaba durante un lapso de 8 minutos mientras la Estación Espacial Internacional hacía trayecto por Suramérica.
Por primera vez en Venezuela, se realiza una experiencia de este tipo y a partir de este momento el colegio forma parte del plan de estudio NASA con el propósito de incentivar la investigación científica y espacial.
“Hola, bienvenidos a la Estación Espacial Internacional”, dijo Acaba en su introducción y procedió a responder preguntas-
Acaba, quien se desempeñó como maestro de escuela en el estado de Florida, antes de hacer su solicitud de ingreso a la NASA, dijo que estaban estudiando al humano ante la posibilidad de habitar otros mundos fuera de la tierra.
“Estamos estudiando cómo funcionan los seres humanos porque si queremos ir a Marte u otro planeta, tenemos que saber cómo mantener el cuerpo. Estamos haciendo un experimento con plantas. Yo tengo unas lechugas que están creciendo aquí”, dijo Acaba
También confesó sentir miedo en las caminatas espaciales porque le resultaba raro ver a su planeta a 200 millas de distancias (más de 400 kilómetros).
“Es algo fuera de este mundo”, indicó.
Una de las preguntas de los estudiantes se basó en la existencia de protocolos ante un posible encuentro con vida extraterrestre a lo que respondió con asombro.
“Uy!!! No sé si tenemos algún protocolo. Puede ser que sí. Pero si me encuentro con uno me voy a sentir muy feliz”, señaló Acaba.
Sobre la habitabilidad de otro planeta y el tiempo de duración de un transporte interplanetario que preguntó otro de los alumnos, Acaba dijo que es posible que en 2030 se haga algún traslado a Marte.
“La vista que tenemos aquí y estar flotando en el espacio es algo increíble”, señaló al tiempo que agregó que están haciendo investigaciones en el área médica, comportamiento de líquidos y de los ojos de los humanos en ambientes espaciales.
Reveló que dentro de la Estación Espacial Internacional, la temperatura es de 66 grados Fahrenheit (unos 18 grados centígrados) pero fuera del centro de investigaciones el cambio es de 200 grados.
Explicó Acaba que no era necesario que los astronautas se ataran para dormir “pero nunca sabes dónde vas a despertar” y por eso se mantienen cerca de la pared.
Este contacto vía radifrecuencia fue hecho cinco días después que el Papa Francisco estableciera comunicación con los seis tripulantes de la Estación Espacial Internacional.
Vía: El Nacional