Ninoska Vásquez (Barquisimeto, 1992) casi no ha dormido desde que llegó a Pásay, Filipinas, ciudad donde se realizará 4 de noviembre el Miss Tierra 2017, sin embargo, sólo transmite seguridad y entusiasmo vía telefónica. Y no es para menos, ya que ha ganado medallas por su desfile en traje de baño, mejor cuerpo; mejor pasarela en traje de gala; traje típico, y por ser una de las más fotogénicas, entre otros reconocimientos.
Vásquez está consciente de que otras 85 mujeres aspiran convertirse en la sucesora de la ecuatoriana Katherine Espín, pero aún así, no pierde las esperanzas de lograr el mismo título que en su momento conquistaron Alexandra Braun y Alyz Henrich.
-¿Cómo se prepara de cara a la noche final?
-Me preparo con las mejores energías, con la convicción de que todo va a salir bien. He trabajado de la mano de Alyz Henrich, Prince Julio César, Will González y Giovanny Laguna, de mi familia y por supuesto, de Dios. Siento que he hecho un trabajo muy lindo, he ganado varias competencias o figurado en los primeros lugares y eso me tiene muy contenta.
-¿Se siente presionada por ser una de las favoritas?
-No me siento presionada por ser una de las favoritas, me siento presionada por responderle bien a mi público, a las expectativas de mi país porque siempre a las reinas venezolanas se les exige muchísimo más que a las demás y eso es lo que a veces me pone un poquito nerviosa, el querer hacerlo muy bien y no defraudarlos.
«No me siento presionada por ser una de las favoritas, me siento presionada por responderle bien a mi público, a las expectativas de mi país»
-¿Le da miedo ese favoritismo?
-Siempre hay favoritismo, sin embargo, eso no tiene nada que ver porque no incide en la puntuación final.
-¿Cuál ha sido el reto más grande al que ha tenido que enfrentarse estando allá?
-Hablar en inglés. Tengo el conocimiento y lo entiendo, pero no lo hablo fluido y eso me estresa. Ha sido un reto para mí retomarlo porque tenía tiempo que no lo hablaba y ahora que me tocó hacerlo por necesidad ha sido duro, pero prometo estudiar después de la competencia, es sumamente importante.
-¿Quién la vestirá el día de la elección?
-Hugo Espina, a quien quiero muchísimo. No tuve nada que ver con él. La tela, el color y el modelo fueron escogidos por la organización, pero ya me lo probé y estoy muy contenta con el resultado.
-¿Qué le dicen Alyz Henrich y Prince Julio César?
-Alyz y Prince han sido pilares fundamentales en mi preparación, me han acompañado a lo largo de este camino, forman un equipo muy unido, siempre me dan opciones y me dejan tener la última palabra y hacer lo que me haga feliz y eso me gusta porque me han dado la libertad de expresarme y de ser quien yo soy.
-¿Cómo va la dieta?
-No me hables de dieta porque la dieta la perdí el primer día que llegué a Filipinas. Aquí todo son hamburguesas, pizzas, arroz, pasta. Todos los días visitamos patrocinantes y siempre nos dan comida chatarra y la verdad es que este cuerpo tropical no se resiste a ella. Sin embargo, he estado haciendo mis ejercicios, trato de ir al gimnasio, al sauna y de mantenerme en forma para poder cumplir también, este es un concurso de belleza y hay que cumplir los parámetros.
«La dieta la perdí el primer día que llegué a Filipinas. Aquí todo son hamburguesas, pizzas, arroz, pasta»
-¿Se visualiza con la corona del Miss Tierra 2017?
-Sí, me visualizo con la corona del Miss Tierra 2017 y la merezco porque he trabajado muy duro por ella. Me acompaña una organización que está muy comprometida con la causa y yo también quiero colaborar, ayudar y poner todo mi amor en trabajar por el medioambiente. No obstante, también soy una persona bastante clara, honesta y realista y sé que así como yo, hay 85 mujeres aquí luchando por el mismo sueño y aunque una corona no hace a una reina, obviamente me gustaría ganármela.
-¿Cree que tiene chance de ganar? ¿Está preparada para hacerlo?
-Tengo la certeza de que todo va a salir bien. Todos los días trato de dejar el nombre de Venezuela bien en alto y aunque no gane me siento muy orgullosa y contenta de haber representado a mi país. @yolimer
Vía: El Universal