Adjetivar el camino de José Altuve hasta hoy sería hablar de una historia de fantasía. Un pelotero sin ninguna proyección en su adolescencia, por su muy baja estatura para ser profesional, es, hoy por hoy, el mejor jugador de beisbol del mundo. Su palmarés se podría considerar perfecto, pero tiene una tarea pendiente: el Clásico Mundial.
A sus 27 años, Altuve ostenta de ser, con los Astros de Houston, campeón mundial de lasGrandes Ligas, además consiguió esta temporada su tercer campeonato de bateo de la Liga Americana, también obtuvo por cuarta campaña consecutiva el liderato de imparables del nuevo circuito, asistió este 2017 a su quinto Juego de las Estrellas y, actualmente, es el máximo favorito a coronarse con el Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés) de la Americana.
Además, en su llegada a Venezuela, esta misma semana, también se acreditó el Premio Luis Aparicio, por segundo año consecutivo, que es otorgado al pelotero venezolano con la mejor actuación de la temporada en las Grandes Ligas.
Lo más reciente fue que Altuve logró, también por segundo año consecutivo, los galardones del Jugador Más Excepcional de la Liga Americana y el Mejor Jugador de la Temporada de todas las Grandes Ligas, en los Players Choice Awards, premios en los que participan en la votación los propios peloteros del Big Show.
Con todos estos reconocimientos, en definitiva, pareciera que no exista título o galardón internacional que a José Altuve le quitara el sueño, sin embargo, el campeonato del Clásico Mundial de Besibol, con la camiseta de Venezuela, redondearía su palmarés histórico a tan corta edad.
Este 2017, la Selección Vinotinto, a duras penas, consiguió la segunda ronda del torneo, con un equipo lleno de nombres que fácilmente podrían visualizarse en la gran final, entre ellos el de José Altuve, que apenas disputaba su primer Clásico, en el cual no logró mostrar el nivel que tiene acostumbrado a exhibir.
“Este fue mi primer Clásico, quizás no supe prepararme”, dijo Altuve a Meridiano, al ser cuestionado sobre la pasada cita mundial, durante la entrega del Premio Luis Aparicio. “Es difícil jugar con tanta intensidad tan temprano en el año, nunca lo había hecho y sé que los resultados no fueron los que quisimos”.
El camarero maracayero, que aseguró siempre hablar en colectivo en cuanto a la pelota se refiere, no duda que se coronará campeón del mundo con Venezuela, en este joven torneo que apenas lleva cuatro ediciones.
“Sé que para el próximo podremos tener una mejor preparación y sabremos qué hacer. Talento hay”, precisó el “AstroBoy”, el hombre que hace posible lo que parece imposible.
Nota tomada de meridiano.com.ve
