José García
La sociedad actual, requiere de un reimpulso de los valores que expresado en la palabra “Poder”, tiene un gran sentido humano y universal para poder construir una mejor sociedad enseñándoles que antes de hablar debemos pensar lo que se va a decir.
Los cursantes de la Maestría en Orientación Escolar, Nairobis Milano, Sulebia García, Antonio Odremán, Ybelice Hernández, Doris Solano y José Guevara, de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, aula territorial Upata, expresaron la importancia que tiene en la sociedad actual lo que es retomar los valores en la actual sociedad que pareciera haber dejado atrás esta práctica que redunda siempre en una mejor sociedad y ciudadanía. Hacen énfasis en una palabra que hoy tiene gran connotación cuyo origen etimológico puede traducirse como la facultad, habilidad, capacidad o autorización para llevar a cabo una determinada acción, esa palabra es “Poder”.
Consideran que la palabra poder, solo se está viendo como una autoridad, sin embargo, acotaron que esa palabra en un sentido más amplio abarca aspectos como; Poder de la Palabra, “lo que significa que debemos pensar antes de hablar, y poniendo un ejemplo bíblico que dice; “todo hombre sea presto para oír, tardo para hablar y tardo para airarse”. Con una palabra se puede crear o destruir. Queremos abundancia, paz, queremos ser felices, pero con nuestra boca muchas veces declaramos lo contrario, de nuestras palabras depende nuestro futuro, el poder de la palabra no se las lleva el viento y por el contrario quedan enganchadas en nuestra mente y en nuestro corazón”, indicaron los cursantes de dicha maestría.
Explican que en segunda instancia se encuentra el poder de la familia, el cual se presenta en las relaciones y las decisiones de la familia, y no son el resultado de las mismas que repercuten directa o indirectamente en todos los miembros del núcleo familiar y la sociedad. “Una ley básica de las sociedades es que donde hay dominación hay resistencia a la dominación y donde hay poder hay contrapoder”, significó Nairobis Milano.
