El expresidente Robert Mugabe tendrá inmunidad y piensa permanecer en Zimbabue, según informó este viernes el diario local NewsDay tras consultar fuentes políticas, que aseguraron también que el trato alcanzado incluye garantías de seguridad jurídica para su esposa, Grace Mugabe.
Tampoco se tomarán acciones, de acuerdo a las fuentes, contra los negocios del veterano líder, de 93 años, que ostentó el poder en Zimbabue durante 37 años.
Por el contrario, el futuro es incierto para los ministros y aliados políticos de Grace Mugabe (la facción conocida como G40) que ya fueron detenidos, como el de Educación Superior, Jonathan Moyo.
Los proclives a la caída de Mugabe, así como los mandos militares, se estuvieron refiriendo a ellos como «criminales» del entorno del presidente durante los días que duró la crisis en Zimbabue.
De hecho, la influencia de estos supuestos «criminales» sobre el presidente y el daño que habían hecho a la economía y el bienestar del país fueron aducidos como principales motivos del levantamiento militar contra el Gobierno de la semana pasada y de la destitución de Mugabe como líder de su propio partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF).
La garantía de inmunidad podría descartar que el expresidente opte por exiliarse del país con su esposa, algo sobre lo que se había especulado intensamente en los últimos días, con destinos posibles que iban desde la vecina Sudáfrica a Singapur (donde posee activos y adonde viaja a menudo para recibir tratamiento médico).
Su sucesor en el poder, el ex vicepresidente Emmerson Mnangagwa, jurará hoy como presidente provisional de Zimbabue en una gran ceremonia en un estadio de la capital, Harare.
Este será el primer cambio real de liderazgo en el país desde su independencia, en 1980.
Se desconoce si Mugabe acudirá a la toma de juramento, a la que sí está previsto que asistan representantes de otros países y de organizaciones internacionales.
Mnangagwa y Mugabe se reunieron ayer para discutir detalles sobre este periodo de transición.
«Él aseguró a la familia presidencial no solo su seguridad y bienestar, sino la preservación de la ley y el orden en el país», dijo este jueves en una comparecencia el secretario de Prensa George Charamba.
«El expresidente necesita tiempo para descansar tras los agitados eventos por los que ha pasado esta semana y media, y podría no asistir a la toma de posesión mañana. Le expresó al futuro presidente sus buenos deseos y apoyo», concluyó Charamba».
Vía: 2001