En una primera reacción en su cuenta de Twitter, el hermano de Oscar Pistorius, Carl, dijo estar «roto, devastado, asqueado».

El abogado de la familia Pistorius no estaba disponible para precisar si su cliente iba a apelar o no esta última decisión.

Según la experta en derecho Nazreen Shaik Peremanov, el deportista dispone de un último recurso ante el Tribunal Constitucional, la más alta instancia jurídica del país.

Desde la fatídica noche de 2013, el caso Pistorius ha tenido en vilo a los sudafricanos.

Contiene ingredientes fuera de lo común: un culpable, famoso corredor minusválido, una víctima top model, un drama cometido el día de San Valentín y una saga judicial con múltiples vuelcos.

En 2015, Oscar Pistorius fue primero declarado culpable de homicidio involuntario y condenado a cinco años de cárcel.

Pero tras una primera apelación de la fiscalía, la justicia elevó el delito al rango de asesinato y condenó a seis años de prisión a la exestrella de los estadios, la pena anulada este viernes.

El atleta, apodado «Blade Runner» (el corredor de las cuchillas de carbono), entró en la leyenda deportiva en Londres-2012, donde disputó la prueba de 400 metros planos y se convirtió en el primer atleta doblemente amputado en participar en unos Juegos Olímpicos.

Al matar a su compañera, el héroe de los estadios lo perdió todo. Hoy está arruinado después de haber sido abandonado por sus patrocinadores y, según sus abogados, sufre de depresión.