En esta época navideña lo que los venezolanos esperamos es pasar agradables momentos con familia y amigos, respirar aires de buenos deseos y expresar nuestros más sinceros deseos a todos nuestros allegados, toda la buena vibra que cubría el país junto a festividades acompañadas por jocosas gaitas y parrandas eran parte de nuestra cotidianidad, a todo esto debemos de manera obligatoria agregarle nuestra amada Hallaca que se complementaba con un jugoso Pernil, una deliciosa Ensalada de Gallina y un fresco Pan de Jamón, sin obviar nuestro Dulce de Lechosa o Torta Negra que endulzaban aun más nuestras fiestas, o al menos eso es lo que se tenía acostumbrado a hacer en nuestra querida nación desde incluso el mes de Noviembre hasta iniciado el mes de Enero.
Toda esta tradición luce hoy como simple tema de conversación traída del baúl de los recuerdos, cuando antes se llega al punto de regalar en numerosas cantidades dichos alimentos por la abundancia que habitaba en Venezuela, hoy vemos como una hazaña el simple hecho de degustar una hallaca. Lamentablemente la política y la situación nacional se han encargado de irnos arrebatando el vivir por cuotas, al punto en el que en algunos hogares no se encendieron siquiera luces de colores porque no hay ánimos de celebrar nada. Está en nuestras manos hacer valer nuestras celebraciones, por más penurias que haya los venezolanos siempre hemos poseído la cualidad de sacarle una sonrisa a cualquiera, incluyendo a uno mismo; no dejemos que estas navidades sean en blanco y negro, pongámonos de pie y alcemos el rostro ante las adversidades, los venezolanos tenemos el derecho de ser felices y debemos comenzar por nosotros mismos creerlo y no darle el gusto a un grupo sátrapa que sin importarle los daños que le han causado a una nación entera tendrán su mesa llena y reirán. Así que LLENEMOS NUESTRAS MESAS Y RIAMOS, PUESTO QUE EL MOMENTO DE PAZ Y LIBERTAD DE VENEZUELA ESTÁ CERCA.