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miércoles, noviembre 27, 2024

Una veintena de muertos y cientos de detenidos en las protestas de Irán

La crisis desatada en Irán por las protestas contra los líderes de la República Islámica se agravó al inicio de semana con nuevas manifestaciones y la confirmación de que otras nueve personas (seis manifestantes, un niño de 11 años, un policía y un guardián de la revolución) se sumaban al balance de víctimas mortales, que ya supera la veintena, según ha informado la televisión estatal.

Fuentes oficiales indicaron que al menos una docena de personas, entre ellos el agente de seguridad, había fallecido en diversos incidentes el domingo 31 de diciembre. El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, ha culpado este martes a los adversarios de Irán de estar detrás de las manifestaciones. «Los enemigos de Irán han usado distintas herramientas como dinero, armas, política y aparatos de inteligencia para crear disturbios en la República Islámica», ha manifestado el líder, según recoge la agencia Reuters.

Seis manifestantes murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad cuando intentaban asaltar una comisaría de la ciudad de Qahderijan, en la provincia de Isfahán, indicó la televisión. El niño de 11 años murió por disparos de manifestantes en la ciudad de Jomeinyshahr, un incidente en el que también resultó herido su padre, a pesar de que no estaban participando en las manifestaciones, según AFP. El miembro de los Guardianes de la Revolución, fuerza de élite iraní, murió víctima de un disparo de un fusil de caza en Kahriz Sang.

Cientos de personas han sido detenidas en los últimos días en todo el país. La televisión estatal indicó que un centenar de personas fueron detenidas en la noche de este lunes en la provincia de Isfahán. Solo en Teherán, la capital, fueron arrestadas unos cien manifestantes, según fuentes oficiales citadas por Reuters. El total de arrestados en la capital asciende desde el pasado sábado a 450. El 90% de los detenidos tiene menos de 25 años, según el viceministro de Interior, Hossein Zolfaghari.

El presidente del Tribunal Revolucionario de Teherán, MusaGhazanfarabadí, ha amenazado este martes a los manifestantes con acusarlos de delitos, entre los que figuran «atentar contra la seguridad nacional» y la «enemistad con Dios», ambos penados con la condena a muerte, según ha recogido la agencia iraní de noticias Tasnim.

El presidente del país, Hasan Rohaní, trató de enviar el lunes un mensaje de unidad en un momento de extrema tensión. Tras seis días consecutivos de protestas y disturbios en las calles de la mayoría de las ciudades de Irán, la situación continúa tensa. “No tenemos mayor problema que el paro y las protestas del pueblo no son una amenaza, sino una oportunidad”, declaró Rohaní en un gesto para calmar a los sectores sociales que, indignados por los casos de corrupción y por la falta de derechos, se han lanzado a hacer concentraciones de protesta durante los últimos seis días por todo el país.

Al mismo tiempo, el presidente reclamó “al pueblo iraní que no se permita a una pequeña minoría blasfema infiltrarse en sus filas”, lo que abre el camino a reacciones más violentas de los cuerpos de seguridad contra los manifestantes. En Qazvin, al oeste de la capital, se produjeron disparos.

En las calles centrales de Teherán, como viene ocurriendo en los últimos días, se mantuvo una intensa presencia policial ante nuevas protestas y concentraciones. En la céntrica plaza de Ferdowsi los manifestantes incendiaron varios coches y en la calle de Felestín prendieron fuego a contenedores de basura. Las unidades antidisturbios detuvieron a decenas de personas.

“Estas protestas no llegan a ningún lado”, opinaba Alireza, un estudiante de la Universidad de Teherán que intentaba ponerse a salvo del ambiente de tensión en la calle de Karegar. Son muchos los ciudadanos que comparten esa opinión; pese a las exigencias de mejoras económicas y otras reformas, no están dispuestos a arriesgar la vida mientras no vislumbren una salida concreta a los problemas.

Sociedad polarizada

“Espero que las autoridades escuchen los gritos de la gente y cambien de política. Es una lástima que las cosas lleguen a tales extremos, como pasó en Siria e Irak”, opinaba Siavash, un ingeniero civil que iba a recoger a su hija a una academia en la calle de Zartosht, en el centro de Teherán.

Los iraníes siguen con prudencia la evolución de las protestas de los últimos días. Son muchos los que no están contentos con la situación del país, pero pesa el recuerdo de los conflictos internos de Siria y el vecino Irak.

El Ministerio de Inteligencia advirtió el lunes de que “las concentraciones de los últimos días que buscaban expresar algunas de las exigencias han dado la oportunidad a la presencia de algunos elementos sospechosos y violentos para provocar agitaciones y revuelos que ha causado daños humanos y materiales”. Y añadió: “Algunos de los agitadores y los instigadores han sido reconocidos y detenidos”.

Al mismo tiempo, algunos usuarios de redes sociales afirman haber recibido mensajes de oficinas provinciales de los servicios secretos en las que se les advierte contra la participación en las manifestaciones.

En muchas ciudades de Irán hubo también protestas en apoyo del sistema islámico y de repudio a los actos de protesta, que se achacan a “agentes extranjeros”, “enemigos del islam” y a “ignorantes”. Las manifestaciones son la señal del fracaso de las políticas del sistema para unificar y acercar a los diferentes sectores sociales y dan fe de la polarización de la sociedad iraní.

REACCIONES INTERNACIONALES

AGENCIAS

Turquía ha hecho este martes un llamamiento a las autoridades iraníes para que eviten toda provocación y violencia y ha instado al resto del mundo a no intervenir en la situación. «Creemos que el presidente Rohaní debe evitar la violencia y las provocaciones. Debe tener en cuenta que las personas tienen derecho a manifestarse pacíficamente», ha señalado el Ministerio turco de Asuntos Exteriores en un comunicado.

Francia ha expresado su preocupación por el «número importante de víctimas y arrestos» que han dejado las protestas antigubernamentales, si bien por ahora la visita al país de su ministro de Exteriores, Jean-Ives Le Drian, prevista para el viernes parece mantenerse en la agenda. Le Drian ha subrayado que «el derecho a manifestarse libremente es un derecho fundamental».

La primera ministra británica, Theresa May, ha pedido a las autoridades del país abrir un debate sobre las reivindicaciones de los manifestantes y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha denunciado «el régimen brutal y corrupto» contra el que luchan los manifestantes a través de su cuenta de Twitter.

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