El espíritu autodidacta brilla a través de Ángel Thiel y Adelson Ortiz, dos jóvenes de Ciudad Bolívar que han captado la atención local con Book-Off, el club de lectura que cada domingo da la bienvenida a quienes buscan compartir su gusto por los libros.
El interés por leer y generar un espacio para compartir y desarrollar conciencia, condujo hacia este proyecto, que en tan solo tres meses, ha gozado de una abrumadora aceptación, atrayendo a más de cien almas en el grupo que comparten por WhatsApp, y a las 30 o 40 que asisten cada domingo a compartir la experiencia.
El camino de ambos fundadores estuvo marcado por horas de lectura orientadas al crecimiento personal. «Es muy diferente que te expliquen algo a que tú mismo lo leas, lo imagines y mentalices el resultado», asegura Adelson (21).
«Cuando hay una persona que comparte tus mismos gustos y con quien puedes hablar de ellos, el hábito de la lectura se refuerza bastante. Desde ahí, ambos empezamos a comprarnos libros y compartirlos con las personas que nos rodeaban», comenta Ángel (20).
De hecho, fue ese deseo de compartir gustos lo que sembró una importante semilla, pues notaron que el voraz sentimiento lector se manifestaba fuertemente alrededor de ellos.
Creando una comunidad
Adelson y Ángel dieron inicio a su pequeña librería digital en octubre de 2024. Ambos establecieron el nombre Book-Off durante una lluvia de ideas. Compraban libros y los revendían por encargo a un precio más económico, para seguir adquiriendo más.
Con el apoyo de amigos, el proyecto halló un lugar físico dentro de un restaurante ubicado en la avenida 17 de diciembre, The Coffee House. A finales de abril de 2025, realizaron un conversatorio en honor del Día Internacional del Libro. La recepción fue buena, dando paso a la primera reunión del club de lectura.
La propuesta creció de a poco con el pasar de las semanas, hasta convertirse en un éxito insospechado. Un domingo, en el que el restaurante parecía extrañamente concurrido, Ángel notó cómo un basto grupo de personas se aglomeraba hacia el lado en donde usualmente se desarrollaba el club de lectura.
«Llamé a Adelson y le dije: por favor, llega rápido, porque hay un gentío aquí», recuerda Ángel, aplicando cierto tono de pánico.
Efectivamente, Book-Off había crecido exponencialmente en tan solo un mes, y ambos recuerdan ese día como un hito de gran satisfacción.

La clave del crecimiento
No es solo que los chicos han sabido utilizar las redes sociales a su favor —uno de sus reels actualmente tiene más de 59 mil visitas en Instagram—, sino que el proyecto ha crecido gracias a la necesidad humana de interconectarse y compartir intereses, lo que ha ayudado a que se corra la voz.
También han resonado entre gente de todas las edades (desde jóvenes adultos hasta personas de la tercera edad), lo que ha consolidado el sentido de la comunidad que tanto les enorgullece.
«La gente se siente cómoda en el club de lectura», afirma Adelson; «Se trata de compartir y de sacarle provecho a cada página del libro. Y con la ayuda de las personas que tienen más experiencia, se aprovecha mil veces más». Y es que el grupo que han conformado es completamente heterogéneo: asisten personas de 16 años y también de pasados los 70, de esta manera, profesionales, ingenieros, docentes, técnicos, terapeutas, escritores, comerciantes, convergen todos los domingos para intercambiar opiniones y crecer.
La idea es “ayudar en el desarrollo de un pensamiento crítico, expandir las ideas, que la gente pueda desarrollar a través de la lectura la capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo, que a la hora de tomar una decisión sea de la manera más consciente posible”, afirma Adelson.
«Queremos que se sientan como en casa. Que vengan, hablen de música, arte, las cosas que piensan y que pasan», añade Ángel.
La dinámica del club se basa normalmente en discusiones en torno al «libro del mes» (que se lee en casa para su disección cada domingo), también realizan actividades especiales al final de cada mes. La más reciente fue un concurso de poesía.
Las personas pueden sumarse a las reuniones de manera gratuita, también se ofrecen membresías para obtener libros en PDF o impresos.
Una historia que aún se escribe
Book-Off ha generado tanto entusiasmo que las propuestas de sus seguidores son numerosas. Sus creadores barajan la posibilidad de expandirse y evolucionar, ya que actualmente lo definen como un proyecto «nómada».
Está a disposición de los interesados una cuenta de Instagram @book.offcbl y el número 0424-9113012, donde proporcionan información sobre cómo unirse.
Por otro lado, no dejan de destacar la importancia de seguir aprendiendo. «Sé que el hábito de leer libros se ha perdido un poco, ya que todo está en internet», observa Ángel; «Sin embargo, una parte de la búsqueda de conocimientos reside en leer libros en físico».
Es por eso que se mantienen motivados: «Hemos recibido muchas palabras de apoyo. De verdad que es muy lindo afianzar el hábito de la lectura aquí en la ciudad», concluyen ambos, dejando el resto a lo que seguramente les depara el futuro.
Andrés Amundaray / Marilyn Luis