
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., ha declarado el Estado de Calamidad Nacional en todo el país. Esta decisión se tomó tras una reunión de emergencia celebrada para coordinar y acelerar la respuesta ante el desastre provocado por el tifón Kalmaegi, calificado como uno de los ciclones tropicales más intensos de la temporada.
Según los últimos reportes oficiales, el impacto del tifón ha sido devastador en múltiples regiones. El balance preliminar hasta la fecha es el siguiente:
Personas fallecidas: 114
Personas desaparecidas: 127
Localidades afectadas: 360, tras siete impactos distintos a lo largo del archipiélago.
Zonas Críticas: Cebú y Negros
La Oficina de Defensa Civil ha puesto especial énfasis en la crítica situación de la provincia de Cebú, que concentra 71 de las víctimas mortales reportadas. La provincia enfrenta una doble tragedia, ya que aún se recupera de los efectos de un terremoto de magnitud 6.9 ocurrido en octubre, que dejó un saldo de al menos 72 decesos.
La isla de Negros, ubicada en la región central de Bisayas, también ha sufrido graves estragos y se encuentra entre las zonas más duramente golpeadas por el tifón.
Despliegue de operaciones de rescate
Las operaciones de rescate y socorro continúan activas en múltiples áreas afectadas por graves deslizamientos e inundaciones. Lamentablemente, la labor de rescate también ha cobrado vidas; entre los fallecidos se encuentran siete soldados cuyo helicóptero se estrelló en la isla de Mindanao mientras participaban en las misiones de asistencia.
El gobierno ha manifestado que la declaración de Estado de Calamidad permitirá una movilización más rápida de recursos y asistencia humanitaria. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por organismos nacionales e internacionales mientras se refuerzan las medidas de seguridad y apoyo en todo el archipiélago filipino.
Con información de agencias