El corazón es un órgano esencial, ya que es el encargado de bombear la sangre al resto de los órganos del cuerpo a través de los vasos sanguíneos, junto con los que conforma el sistema circulatorio, por lo que hay que aprender a cuidarlo para mantenerlo sano y evitar complicaciones.
La presión elevada es uno de los factores que contribuye con la aparición de enfermedades cardiovasculares, porque supone una mayor resistencia para el músculo cardíaco, que termina agrandándose en respuesta al sobreesfuerzo y al incremento de la masa muscular.
Esta condición puede producir insuficiencia coronaria, angina de pecho y propiciar la ateroesclerosis, enfermedad que provoca estrechez de las arterias y es una de las principales causas de accidentes vasculares, los infartos y mala circulación sanguínea en las piernas.
El hábito tabáquico, las dietas con alto contenido graso, no hacer ejercicio en forma regular y el sobrepeso, favorecen también la mala circulación y el desarrollo de las afecciones cardíacas, principal causa de muerte a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Medidas preventivas
El doctor Francisco Pérez, director médico de Laboratorios Calox International, afirmó que cambiando estos hábitos de vida se puede reducir el riesgo cardiovascular y las complicaciones asociadas a este tipo de patologías. “Es conveniente reducir la ingesta de grasas saturadas en la alimentación, dejar de fumar, e invertir un poco de tiempo y esfuerzo en hacer ejercicio”.
Otras medidas preventivas son: disminuir la cantidad de sal -a menos de una cucharadita al día-, mantener un peso acorde a la estatura, ingerir frutas y verduras frescas cada día y evitar el alcohol.
Uso del ácido acetilsalicílico
El doctor Francisco Pérez, explicó que también se puede «tomar un tableta de 81 miligramos diarios de ácido acetilsalicílico, esto disminuye la adhesión de las plaquetas unas a otras, y de ellas con las paredes del vaso sanguíneo, esto hace que fluya mejor la sangre en los vasos sanguíneos”.
Recordó que durante la mayor parte del siglo XX, este fármaco fue utilizado como analgésico y anti-inflamatorio, pero a partir de 1980 se puso de manifiesto su capacidad para inhibir la agregación plaquetaria, siendo utilizado cada vez más para esta indicación.
El ácido acetilsalicílico está contraindicado para las personas con hipersensibilidad a los analgésicos antiinflamatorios; en los casos de úlcera péptica, varicela, enfermedades tipo influenza; pacientes con alto riesgo de sangramiento (como hemofilia); y dengue.
Resaltó que los beneficios de esa sustancia en la prevención cardiovascular han sido divulgados por muchas sociedades científicas a nivel mundial, y que también es usada en aquellos casos en que las personas ya han sufrido infartos al miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Vía: informe21