James Cameron, productor de la aclamada película “Titanic”, se vio obligado a pedir disculpas y a pagar una millonaria indemnización a la familia de William McMaster Murdoch, por un hecho que nunca pasó el peor naufragio de la historia.
En una de las escenas más recordadas y devastadoras del filme de 1997, se mostraba a McMaster rodeado de una multitud que trató de subir a los últimos botes salvavidas antes del hundimiento de la embarcación, por lo que para evitarlo, el oficial disparó contra varios de los pasajeros para luego suicidarse.
La película también retrató al oficial como un corrupto que se dejó sobornar a cambio de permitir a algunos hombres subir a los salvavidas, lo cual nunca ocurrió en la vida real, por lo que dichas imágenes de la producción cinematográfica fue catalogada como un grave e histórico error.
Según Jesús Ferreiro, fundador de la Fundación Titanic: Murdoch falleció al saltar sobre uno de los botes salvavidas cuyas cuerdas quedaron atascadas y que rompió con un cuchillo, pero con el peso del bote lleno de pasajeros, recibió un fuerte golpe en la cabeza que le causó la muerte al instante.