30.5 C
Ciudad Bolivar
lunes, noviembre 25, 2024

 70 aniversarios de la casa del mambo y del cha cha chá: El Palladium fueron noches de Glamour

 

Comentar sobre ese ambiente bailable en decadencia es hablar de tan maravilloso y  legendario lugar que fue El Palladium, reabriendo sus puertas en un segundo piso en la calle 53, en pleno Broadway del año 1948. Su propietario Maxwell Hyman, imaginativo empresario, creyó  que hacía falta echar adelante algo como un excelente imperio musical danzante. El modisto norteamericano necesitaba que le montasen  algunos shows los fines de semana,  entonces lo lógico era conversar con Tommy Moore, manager del inmenso salón.

Se juntaron los conocedores de las sonoridades candentes; Moore y Federico Pagani, éste último promotor de espectáculos e icono de los ritmos tropicales. Pero nunca podrá olvidarse  quién la emoción por el futuro del famoso Palladium, pues cerca se encontraba el mítico Catalino Rolón.

Fue a lo largo de su prolífica vida músico irreverente e instrumentista múltiple, productor, haría falta espacio para acreditar sus credenciales pues  la dimensión de su talento era enorme. Rolón, posiblemente el innovador y creador musical más interesante de finales de la décadas de los cuarenta  y 50 en las noches del Palladium.

Fue Jefe de Programación en radio cadena Suaritos 860Kc de La Habana, garantizando las trasmisiones bailables en vivo desde el Jardín Cabaret El Tropicana. En Suaritos es donde Catalino conoce a la luminaria guarachera antillana, Celia Cruz. El Palladium al cumplirse 70 aniversarios de su apertura (1948), 18 años se mantuvo abierto con las glorias de bandas como la de Machito- Mario Bauza y sus Afrocubans, quienes se consagrarían definitivamente como los iniciadores de la rumba heavy, los domingos bailables en el Blen Blen Club, nombre tomado de la composición del conguero y bailarín cubano Chano Pozo, para con el transcurrir del tiempo llamarse Palladium. Luego se unió a las  estrellas el conjunto The Picadilly Boys conducido por el reconocido multifacético, Tito Puente, talento en la música tropical.

Tito Rodríguez, nacido en Barrio Obrero, Santurce, Puerto Rico, con una voz privilegiada y un estilo que marcó la diferencia en los géneros cubanos, lo tiene todo, con su charanga y sus añejos boleros es la nueva súper estrella del Palladium. Tito arrancó con Enrique Madriguera, Xavier Cugat como cantante y bongosero, luego estuvo con Noro Morales y más tarde con el pianista José Curbelo. Prueba de ello son las mil parejas de bailadores que logran reunir en el salón de baile de Broadway.  Pero Palladium fue el que hizo noctámbulos a gran número de rumberos, los acostumbro a ir el miércoles que era cuando acudían los mejores bailarines de cha cha chá y del polémico mambo, asistían músicos de jazz, estrellas de cine y celebridades del boxeo, por lo general eran cuatro orquestas que tocaban de miércoles a domingo.

Cabe recordar que en los años treinta a la ciudad de New York llegaron de Cuba, Modesto Azpiazu, arreglista y director de orquesta que tenía como solista uno de los más celebrados intérpretes de Las Villas, Antonio Machin con su manicero, también formando el trío el flautista Albero Socarrás.  Alberto tocó junto a los más grandes músicos de jazz, y fue uno de los introductores de ritmos cubanos en Norteamérica.

Fue un miércoles 13 de abril de 1966 la última noche: en tarima el conjunto La Perfecta, de Eddie Palmieri el rebelde de la salsa, la orquesta de Ricardo Ray y Bobby Cruz, junto a la charanga de La Broadway, con alegría y sentimientos subieron todos a tarima para un memorable Jam Session. Que sea la noche del 13 abril de 1966 como le señalan, o el 15 de mayo de ese mismo año como sostienen otras publicaciones. Poco importa, lo cierto que el famoso Palladium, sin duda influyó en el ámbito Caribeño, provocando una revolución en los conceptos de lo que es hoy el movimiento salsero “Salsa”. Por JesúsAl Guevara Z.

CNP 4289

- ANUNCIO-spot_img
- ANUNCIO-spot_img